Dicen que la vida empieza a los 40, espero sea así.
Llegar a los 40 años fue un viaje largo, divertido y enriquecedor. Lleno de aciertos y de errores. Conocí el amor de la mano de una chica a los 15 años y que me hizo volar la cabeza y que los idas y vueltas del destino me la volvió a poner en frente y hoy es mi amiga, amante y compañera de ruta, alguien de quien aprendo día a día y que me hizo ser la persona que soy hoy. Me dio 3 hijos maravillosos, Nayla que hoy tiene 14 y que es la luz de mis ojos, Juan Martin de 9 que es mi compañerito y mi pequeño amigo y Morena de 4 años quien me saca una sonrisa todos los días con sus ocurrencias.
Tengo un grupo de amigos maravillosos que son casi hermanos, que nos conocemos de memoria desde la infancia.
Un padre que me enseñó que todo lo que haga siempre tiene que ser en favor de la comunidad y siempre ser una buena persona, una madre que me enseñó que puedo lograr cualquier cosa siempre y cuando me lo proponga y unos hermanos que si bien nos vemos poco sé que siempre están ahí incondicionalmente.
Formado no sólo en mi familia y escuela y colegio sino también en el deporte, el rugby fue mi gran maestro en valores y filosofía de vida.
También aprendí que hay que luchar por un mundo mejor y abracé la política, con una ideología clara y pensando siempre en el otro. Creo no haber sido reconocido como me hubiera gustado y que las Muchas propuestas han terminado llevadas adelante por otros, pero lo seguiré haciendo porque no lo hago para lograr algo sino porque mi compromiso es un mejor lugar para que mis hijos vivan.
Pude estudiar y recibirme, hacer decenas de capacitaciones, cursos, especializaciones, diplomaturas y posgrados sin poder aún lograr la estabilidad económica que anhelo para mi y mi familia, pero que estoy seguro está cerca.
Un amor incondicional por Formosa, mi lugar en el mundo, que teniendo la posibilidad de vivir en otros lugares y muy bien remunerado no lo hice porque siempre quise volver a mi tierra, a que mis hijos se críen en las calles que su papá lo hizo.
Tengo mucho más para dar, y a la vida en esta nueva etapa la miro de frente y con la ansiedad de entrar a un partido de rugby y poner todo Hasta ganarlo, levantándome una y otra vez cada vez que caigo al suelo.
Sé que mi historia en el mundo político aún no se escribió y sé que la razón por la que estoy en esta vida aún no la logré. Eso es un fuego que lo siento adentro y que cuando la logre será maravilloso.
Mil anécdotas e historias de amigos y de luchas políticas y deportivas. Mil anécdotas que algún día serán un libro.
Por ahora los dejo, nos veremos más adelante y espero que el que lea estas líneas pueda ver que la vida es hermosa y hay que vivirla día a día como si fuera el último. Salud y buena vibra para todos.