Siempre recuerdo esas charlas con mi padre, cuando yo era muy chico, y lo primero que se me viene a la mente es una frase: “el valor de la palabra empeñada”. Recuerdo que él siempre contaba una anécdota en particular de su papá, mi abuelo, donde le decía que si algún día faltaba a su palabra no estaría engañando al otro o a la gente que lo rodeara, sino que lo estaría engañando a él mismo, a su familia, a su sangre y honor familiar.
Por lo que conozco de nuestra idiosincrasia, de mis amigos, de mis vecinos, de mis compañeros de trabajo y de militancia es que estoy en total desacuerdo cuando escucho o leo que el valor de la palabra empeñada se ha perdido, en nuestra cultura formoseña lo tenemos bien inculcado a ese valor como a tantos otros.
¿Por qué escribo estas líneas? Simplemente porque aquellas charlas familiares me transportan indefectiblemente al hoy, al momento que estamos viviendo en nuestra querida Formosa, donde este valor está implícito en todas y cada una de las acciones de este Gobierno y que por ende es un sello en este nuestro Modelo Formoseño. Cuando nuestro conductor nos alentaba allá por el 2001 a que no perdamos la Fe y no perdamos la Esperanza, estaba poniendo todo su prestigio en juego, básicamente estaba poniendo en juego su palabra, su hombría de bien; cuando en el 2003 nos alentó a que apoyáramos a un hombre del Sur casi desconocido para todos nosotros, pero que tenía nuestras mismas ideas y nuestros mismos objetivos, también lo estaba haciendo; cuando nos planteó y expuso el Proyecto Formoseño para el Desarrollo Provincial era una nueva apuesta; hoy lo que se plantea es continuar apoyando, mantener este rumbo revolucionario, completar el Plan Estratégico Formosa 2015, que dicho sea de paso ya está casi cumplido en su totalidad, con lo cual nuevamente nos está demostrando con hechos y no con palabras ni promesas de qué se trata este Modelo.
Cuando nos preguntan ¿Porqué lo elegimos, y lo seguimos eligiendo, a Gildo como nuestro conductor? La respuesta es muy sencilla y clara, porque vemos reflejado en el nuestros valores, nuestros principios, nuestra forma de ser, nuestro formoseñismo.
Y eso es el MODELO FORMOSEÑO, algunos pocos dicen que es una cáscara vacía y hablan de que son solo obras, nunca de lo que realmente es: IDENTIDAD, ORGULLO, EQUIDAD, AMOR AL PUEBLO, y por sobre todas las cosas ese valor, esa frase, LA PALABRA EMPEÑADA como ley, como norte que este colectivo se puso como objetivo y hacia allá es hacia donde vamos.
Nuevamente está en juego este valor, es por eso que no pedimos que confíen, porque sabemos que el pueblo formoseño confía, ya que siempre se cumplió con creces lo prometido, lo que les pedimos a los que todavía no se dan cuenta es que se sumen, que continúen apoyando esta forma de ser, simple práctica y popular, profundamente cristiana y profundamente humanista, llena de alegría y respeto hacia el otro.
Este 23 de Octubre tengamos en cuenta estas cosas, comparemos, pensemos, tengamos memoria, la respuesta es una sola: Siempre Primero Formosa.
Luis A. Sebriano (h)