“Este modelo de provincia que coincide con los
objetivos y fundamentos filosóficos del modelo nacional que no es más que el
sueño de muchos formoseños que creían que una Formosa diferente era posible,
que una Formosa sin exclusión era posible, que una Formosa saliendo del
monocultivo y entrando a la diversificación productiva era posible. Que era
posible que escuelas con espacios dignos para que alumnos y docentes puedan
hacer esa tarea de enseñar y aprender, solamente es el sueño de muchos
formoseños que creían que era posible que en cada hogar llegue el agua potable,
que cada formoseño pueda generar puestos de trabajo sin depender del Estado.
ESTO ES NUESTRO MODELO Y ESTOS SON LOS SUEÑOS QUE SE ESTÁN HACIENDO REALIDAD”. Gildo Insfrán a la juventud formoseña,
17/11/2010, Estadio Cincuentenario.
Los que tenemos más de 35 años
pertenecemos a una generación vaciada de contenido, una generación que se
despertó luego de la peor dictadura que azotó a nuestro país, los que votamos
por primera vez en los ´90 éramos una generación apática y desentendida de la
política (no todos pero sí en su gran mayoría) que veíamos a ésta como algo
fría y lejana.
1.995 me encontró con 19 años de
edad y el derecho de ejercer por primera vez el voto ciudadano, y en Formosa
empezamos a ver a un candidato cuyo discurso era distinto a lo que estábamos
acostumbrados a escuchar en los medios locales y nacionales, alguien que
hablaba como nosotros, alguien que conocía la provincia en toda su dimensión y
a la gente que vivía en ella, con sus necesidades y sus sueños, alguien que no
prometía sino que mostraba un coraje y una planificación distinta, única,
alguien que desafiaba al mundo neoliberal que nos estaba desangrando por esos
años y que no tenía salida, alguien que nos planteaba a que hagamos lo que
tengamos que hacer sea con unidad, fé, esperanza y alegría.
Así
empezamos a transcurrir nuestra mayoría de edad y así empezamos a ver grandes
transformaciones en nuestra querida provincia, vimos nacer el Plan de Acción
Integral para el Pequeño Productor Agropecuario (PAIPPA), que significó un
antes y un después para la gente de nuestro campo, que dejó de ser productor de
jóvenes migrantes al conurbano bonaerense para convertirse en orgullosamente
formoseños y sentirse apoyados por su provincia para hacerle frente a la
realidad neoliberal de la época. Veíamos también la justicia social reflejada
en los Operativos Solidarios “Por Nuestra Gente Todo”, veíamos muchos cosas muy
positivas y nuevas a nuestros jóvenes ojos, pero también veíamos la
postergación de nuestra provincia en materia de infraestructura, en materia de
dignidad, en materia de identidad, veíamos el atraso comparado con las demás
provincias de la región. Fue así que empezó un grupo de soñadores a plasmar en
papel todas las necesidades e injusticias a la que fuimos condenados durante
toda nuestra vida como provincia por nacer de un conflicto bélico como lo fue
la “Guerra de la Triple Alianza”. Fue así que unos años después al cruzarse los
caminos de nuestro gobernador con los de otro gobernador de una provincia del
Sur del país esto empezó a tomar otro color, se formó la Liga de Gobernadores y
se empezó a trabajar en conjunto para continuar combatiendo al neoliberalismo
más puro. Este otro gobernador se llamó Néstor Kirchner, y su entendimiento e
identificación con Gildo Insfrán fue tal que cuando llegó a Presidente de la
Nación, a los 3 días de haber asumido, vino a firmar un Acta Acuerdo de
Reparación Histórica, que vino a reparar todo ese abandono premeditado al que
éramos condenados. Pero todo esto fue posible gracias a que éstos soñadores,
este equipo de gobierno provincial liderados por un conductor con todas letras,
dejaron de hablar y empezaron a hacer realidad aquello que nos decía el General
“mejor que decir es hacer y mejor que
prometer es realizar” y
empezó otra etapa en Formosa, una Formosa planificada, pensada en las futuras
generaciones y desde las anteriores generaciones, con raíces en nuestros padres
y abuelos, con un tinte bien formoseño, una Formosa Justa, libre, soberana y
solidaria. Una planificación que cambiaría para siempre a nuestra provincia,
del Pilcomayo al Bermejo y del Paraguay a la Línea Barilari (límite erróneo y
mentiroso que lo hablaremos en otro momento), una planificación que miró hacia
adentro de la provincia y no más hacia afuera. Una planificación que no son
solo Obras sino que es algo mucho más profundo, algo que va a nuestros valores
más hondos, hablamos de Identidad, de Dignidad, de Salud, de Educación, de
Desarrollo, de Progreso, valores que vienen desde el Amor al pueblo y del Amor
del pueblo a su líder.
Toda
esta suerte de síntesis es lo que estamos viviendo desde 1995, y es por todo
ello que este Modelo Formoseño se consolida cada vez más, y cada vez más es
apoyado por el Pueblo.
Hoy
estamos ante un año electoral, un año donde nuevamente se plebiscita esta
gestión, pero con una aditamento, los jóvenes que votan por primera vez son la
primera generación del Modelo, los hijos del Modelo, aquellos por lo que tanto
esfuerzo y sacrificio hemos hecho como sociedad. Aquellos que no vivieron la
Formosa anterior, abandonada y pobre, desconectada y sin identidad propia, pero
que gracias a Dios tienen a sus mayores para que se la cuenten. Aquellos que
están despertando al mundo con otra preparación y otra formación que la que
tuvo mi generación. Aquellos que tienen nuevos sueños por realizar. Aquellos
que se sienten partícipes y quieren seguir siéndolo. Aquellos que están formándose
para alguna vez tomar la posta y continuar con este maravilloso sueño hecho
realidad que alguna vez alguien denominó “Modelo Formoseño”.