martes, 28 de enero de 2014

OJALÁ ME EQUIVOQUE

La definición de CIPAYO es "Soldado indio que en los siglos XVII y XIX servía en los ejércitos de InglaterraFrancia o Portugal en contra de su propio país". El magistral Arturo Jauretche amoldó ese término a nuestro país, y desde entonces CIPAYO es sinónimo de "personas con intereses foráneos o imperialista, y como sinónimo de mercenario o vende patria".

¿Porqué escribo esto? Realmente sorprende y duele ver tantos “argentinos” desear con todas sus fuerzas que al país le vaya mal, ver tantos “argentinos odiar al país y a los que vivimos dentro, y hablo de ODIO, en todas sus definiciones, porque es lo único que constantemente demuestran y vociferan. Realmente sorprende y duele.

Lamentablemente nada quedó de aquel movimiento nacional y popular que supo levantar la bandera de Rosas, que luego se llamó Unión Cívica Radical con el gran Hipólito Irigoyen a la cabeza, lamentablemente los que quedaron y aún hoy quedan son los Alvearistas, los Cipayos de siempre, sin siquiera asimilar algo de lo enseñado por otro grande como Don Raúl Alfonsín. Nosotros también tuvimos nuestros Cipayos como lo fue el Menemato en toda la década del ´90, infelizmente y a costa de mucho, muchísimo, nos dimos cuenta tarde, pero supimos hacerlo y tener la reacción suficiente para encuadrarnos y cambiar el rumbo rápidamente.

Desde la creación misma del Virreinato del Río de la Plata han usufructuado los bienes de este hermoso país a costa de todos los demás argentinos, más de 200 años (salvo breves etapas como Rosas, Irigoyen y Perón), y desde diciembre del 2003, o desde que asumió el gran patriota Néstor Kirchner, solo han pasado poco más de 10 años, para poder revertir toda esta gran desigualdad generada adrede hacen falta muchos años más.

Para enumerar solo algunas de las cosas realizadas del 2003 a hoy voy a citar al Diputado de la Nación Juan Carlos Díaz Roig en su escrito LA ENCRUCIJADA “…No se valora debidamente el largo camino de estos 10 años y sus logros:
  • ·         más de 5.000.000 de puestos de trabajo,
  • ·         2.500.000 nuevos jubilados,
  • ·         3.500.000 asignaciones universales por hijo,
  • ·         10 años de crecimiento de la economía, pero con redistribución de la riqueza e inclusión social, que colocaron a la Argentina como el país número 25 entre las 200 naciones del mundo,
  • ·         los más de 800.000 autos y 700.000 motos fabricados el último año,
  • ·         el 5,4 % de crecimiento de nuestra economía, -pese a que todos los consultores y economistas de Clarín pronosticaron un año con un crecimiento de no más del 1 %;
  • ·         el superávit comercial (83.000 millones de dólares de exportación y 74.000 de importaciones);
  • ·         las obras de infraestructura en las provincias marginales, que permiten disminuir el éxodo de nuestros jóvenes hacia el gran Buenos Aires,
  • ·         la solución del problema de documentación de todos los argentinos,
  • ·         la inversión en educación, (6,5 % del P.B.I),
  • ·         el retorno de 1.000 científicos,
  • ·         la inversión en Ciencia y Tecnología (1 % del presupuesto),
  • ·         la distribución de millones de net-books a los pibes,
  • ·         la duplicación de la clase media
  • ·         el plan PROGRESAR, el mejor sistema previsional de América Latina...
  • ·         y podemos seguir con innumerables logros…”


Pero con todo esto a la vista, porque todas estas cosas se ven, se palpan, igualmente así deciden estar de la vereda del frente, intentando por todos los medios que todo esto se caiga, que vuelva la etapa neoliberal, hasta andan por las redes sociales añorando la convertibilidad, discriminando y desmereciendo a los argentinos de clase más baja que ellos porque no les gusta verlos, los aborrecen, les temen… les molesta la igualdad.

Tengo amigos que es de lo único que hablan, demostrando su egoísmo y su total ignorancia, creyendo que están en lo cierto porque “los economistas serios lo dicen en la radio o en la TV”, ni siquiera pueden plantear un argumento propio y caen en el insulto, en el odio nuevamente, sin siquiera tratar de entender el porqué de cada acción.

Siempre les llamamos a la reflexión, les pedimos que piensen tan solo 5 minutos, que no sean más títeres de esa “caja boba” que tienen en sus casas, que despierten a la realidad, pero están tan ciegos que creo que ya es tarde. Y lo repito, lo digo con mucho dolor, porque siendo tan inteligentes se han vuelto tan funcionales, tanto que ni cuenta se dan.

OJALÁ ME EQUIVOQUE, aunque creo no estarlo, confío en que en algún momento se van a dar cuenta… OJALÁ ME EQUIVOQUE



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