Se entiende por
Ecumenismo al movimiento que busca la unidad de todas las iglesias cristianas,
y al Peronismo como una filosofía de vida, simple, práctica, popular,
profundamente cristiana y profundamente humanista.
Martín Lutero, padre del Protestantismo, vivió en una época donde se
pagaba por el perdón de los pecados, y planteó 95 tesis que abrió el debate de
la Iglesia en toda la Europa de la Edad Media.
Y Perón planteó una Tercera Posición a las dos entre las que se debatía
el mundo de la Posguerra Mundial, una Capitalista que era la explotación del
hombre por el hombre, y otra Comunista que era la explotación del hombre por el
Estado, o sea una solución humanista y cristiana a los problemas del mundo por
esas épocas. La concepción
política de la Tercera Posición entiende la igualdad entre naciones y éstas
deben ser socialmente justas, económicamente libres y políticamente soberanas.
Titulo y empiezo esta
nota de esta manera para entender lo trascendental y humanista del Decreto 334 que firma el
Gobernador Gildo Insfrán donde declara asueto administrativo para el 31 de
Octubre del corriente año, por cumplirse los 500 años de la Reforma Protestante
para todos los que profesen los
cultos protestante y evangélico.
El diálogo entre todos para lograr un mundo mejor es tan importante, que
hasta el mismo Papa Francisco, en su búsqueda de la Paz y Unión entre todos los
ciudadanos del mundo, ha mostrado una actitud de apertura hacia el diálogo con
otras confesiones que pocas veces se había visto en el papado. Los encuentros
de Bergoglio con evangélicos no son aislados. Ha llamado “hermanos” a los
pastores, con algunos mantiene una relación de amistad de años, y ha hecho
varios llamamientos a cerrar las heridas históricas y buscar la unidad de todos
los cristianos. Esta apertura por parte del papado ha encontrado una acogida
positiva en la mayoría de las entidades protestantes y evangélicas. Bergoglio,
un inquieto de la política, que abrazó la Doctrina Justicialista de joven,
entiende esto de tener diálogo con todos en búsqueda del Bien Común.
Nuestra Doctrina Justicialista
se nutre de dos grandes Corrientes, la Filosofía Griega y la Doctrina Social de
la Iglesia y es por eso su definición de profundamente Cristiana y profundamente
Humanista.
Es
PROFUNDAMENTE CRISTIANA porque el
punto de sostén del Justicialismo reside en una valorización de fuerzas humanas
y sociales en todos sus aspectos: materia y espíritu, individuo y comunidad,
que es la auténtica valorización cristiana. Es la aceptación del Evangelio de
Cristo, igualdad de todos los hombres, amor al prójimo. “Amamos a Cristo no sólo porque es Dios, sino también porque hemos
admirado en ÉL a un hombre, y lo amamos porque dejó sobre el mundo algo que
será eterno: el amor entre los hombres” (JDP, 28/10/1950, V Congreso
Eucarístico Nacional en Rosario).
“Sueño con una
comunidad de hermanos, donde cada uno piense un poco más en el necesitado que
está a nuestro lado, que en satisfacer nuestra propia vanidad, nuestros vicios
y nuestras necesidades” (JDP, 14/10/1953, clausura del
Congreso de Enseñanza Religiosa).
Y
es PROFUNDAMENTE HUMANISTA porque
está centrada en el Hombre, al que considera como único fin y hacia el que
dirige toda su acción. Considera a todos los hombres, sin excepción, al margen
de toda élite, religión, o raza y reivindica a los humildes de todas las
naciones, y proclama la primacía en nuestro país de una sola clase, la clase de
los que trabajan. “Nuestra Doctrina es
Humanista, nosotros pensamos que no hay nada superior al Hombre y en
consecuencia nuestra Doctrina se dedica al Hombre individualmente considerado
para hacer su felicidad, y al Hombre colectivamente tomado para hacer la
grandeza y la felicidad del país” (JDP, 19/06/1950, ante estudiantes
brasileños)..
Entonces
entendemos que es un mismo hilo conductor, Jesús nos enseñó que hay que amar al
prójimo como a uno mismo, Perón nos decía que para un argentino no hay ni debe
haber nada mejor que otro argentino, y Cristina nos decía que La Patria es el
Otro. En definitiva son definiciones del AMOR en toda su dimensión y es de
donde se nutre y crece el Modelo Formoseño.
EL
BIEN COMÚN es el Objetivo esencial de este Modelo provincial, buscamos la Unión
de todos los formoseños sin discriminar raza ni religión, Unión con
Organización y Solidaridad, Unión para enfrentar los duros tiempos que se
vienen, Unión para demostrar una vez más que Formosa es un pueblo joven que no
se arrodillará ante ningún apriete, y Unión porque como nos dijera Gildo
Insfrán “UN PUEBLO UNIDO Y ALEGRE ES INVENCIBLE”.
PAZ Y BIEN! Y Felices
500 años a los hermanos protestantes y evangélicos.-