El Papa Francisco en su bendición a la Ciudad y al Mundo (urbi et orbi), entre muchos mensajes que nos dejó es que nadie se salva solo, que es algo muy parecido a lo que nos decía el General con "nadie se realiza en una Comunidad que no se realiza", o como decimos hoy "la Patria somos todos", es el mismo hilo conductor.
Por haberme formado en el campo de la política (entendiéndola siempre como una herramienta de servicio), y haber estudiado y especializado en PyMEs, si hay algo que entiendo y pregono en mi familia, entre mis amigos y ante mis alumnos es aquella Verdad que dice que el capital debe estar al servicio de la economía, y ésta al servicio del Hombre.
Cuando escuchamos al Presidente de todos los argentinos decir que tenemos que luchar contra dos enemigos invisibles: la Pandemia y la Psicosis, creo que deja escapar a un tercer enemigo, y este sí visible, que son los empresarios sin ética ni moral.
Todos somos testigos de como Alberto se puso la cinta de capitán y salió a la cancha a jugar con todo, como un verdadero líder y conductor. Estamos viendo a un Presidente de un país, nuestro País, nuestra gran casa, derramar lágrimas, pidiendo por favor que nos quedemos en nuestras casas. Vemos también a todo el gabinete de nuestra provincia, con Gildo dirigiendo, dando un comunicado oficial todos los días, fruto de un trabajo enorme de personas que sin capas ni espadas, pero sí con barbijos y guantes se desviven por todos nosotros. Porque se entiende que lo más importante que tenemos es el Pueblo, y si el Pueblo no tiene salud, no vamos a poder lograr nada.
Pero es entre todos que tenemos que dar esta lucha, tenemos que salir a bancar esta parada, no como meros espectadores, sino cumpliendo nuestra parte. No podemos dejar que al miedo al virus, se le sume la impotencia, desesperación y bronca a esas madres y esos padres que al ir al supermercado cada vez pueden comprar menos cosas; escuchar a las mismas cajeras decir que en estos días subieron todos los precios. Para cumplir ese Gran Pacto Social debemos cumplir nuestro rol de ciudadanos responsables, debemos denunciar los sobreprecios, tenemos que enterrar esa "viveza criolla" que tan mal nos hizo y nos hace quedar en todo el mundo, no se trata de ser alcahuete o botón, se trata de salvar al País y al Mundo. La Defensoría del Pueblo de Formosa puso a disposición varias líneas telefónicas para que se denuncie estos actos, 3704-365924, 3704-259358, 37040-073359, no dudemos en usarlas.
Vemos a mucha gente que sale a pelearle de frente a este virus, en el mismo campo de batalla, seguramente llenos de miedos y preocupaciones, médicos, enfermeros, barrenderos, recolectores de residuos, dirigentes con comedores y merenderos, camioneros, policías, gendarmes, ejército, etc etc; y tantos otros que desde otro lugar también hacen lo suyo, como esas personas anónimas que están haciendo barbijos en sus casas para donar, todo el Fontex haciendo no solo barbijos sino también los trajes, y así la lista continúa de las cientos de miles de personas que en todo el país ponen su granito de arena en esta crisis. Pero a toda esta acción, a esta fuerza de voluntad que empuja a esa inteligencia, debemos sumarle una fuerza equilibrante, y ese equilibrio en esta etapa somos nosotros, los ciudadanos. No podemos dejar solo a este gran ejército que día y noche nos cuidan, entre todos y unidos tenemos que dar esta batalla, desde el lugar en que nos toque estar y de la forma que la podamos hacer.
Algunos dicen que todo lo que está pasando vino a limpiar y oxigenar al mundo, que una nueva era inicia. Es hora también de que se deje de servir al dios dinero, es hora de volver a poner a los valores por sobre todas la cosas, por sobre cada acción que hagamos. Basta de empresarios sin ética y sin moral, "se acabó el país de los vivos" dice Alberto, y no podemos, ni debemos, dejarlo solo, ayudémoslo. Porque como dice el refrán "cuando el agua ha empezado a hervir, apagar el fuego ya no sirve de nada".
