"Miente miente que algo quedará" decía el Ministro de Propaganda Nazi Joseph Goebbels.
El mayor daño de la mentira es el efecto que ésta causa en el otro, puede generar algún tipo de "beneficio" a corto plazo, pero a la larga siempre queda descubierta.
La Psicología nombra una serie de motivos por los cuales algunas personas tienen ese atroz encanto por mentir y mentir compulsivamente, como si se tratara de un juego. Lo hacen para llamar la atención, o para cubrir otra mentira, o para darse importancia, o por venganza, etc., etc.
Una y otra vez la oposición tiene la oportunidad de construir un espacio serio, de ser una real opción, de demostrar que han cambiado y se han convertido en personas virtuosas, dignas de representar a aquellos que aún los siguen. Pero lamentablemente vemos que una vez más (y van...), han optado por hacer todo lo contrario, de ser un espacio de "denunciadores seriales", han mutado a ser una caja de Pandora llena de mentiras y agravios; por supuesto que siempre hacia afuera, hacia los oídos de quienes son como ellos, porque hacia adentro, adonde nos conocemos todos, no pueden hacerlo porque caen en sacos rotos.
Y es aquí adonde se entiende esos motivos que dice la Psicología, cómo no van a querer llamar la atención si entramos en un año electoral y cual Maquiavelos caen en los peores medios; para cubrir las mentiras que durante 4 años han acompañado y militado a costa del sufrimiento de todo el Pueblo argentino; para darse importancia creyendo que haciendo lo que les dictan desde oficinas de multimedios porteños y teniendo sus 15 minutos de fama pueden confundir y engañar a toda una Comunidad; por Venganza, quizás porque el electorado siempre les da la espalda; y así podríamos seguir enumerando.
Esa actitud mesiánica, cuasi esquizofrénica y fanática, mintiendo y tratando de sembrar odio entre hermanos nos recuerda a la definición de locura que algunos atribuyen a Einstein "hacer la misma cosa una y otra vez esperando diferentes resultados".
Mucho tienen que aprender de sus grandes hombres, por ejemplo de uno de los mejores de sus filas, Chacho Jaroslavsky, que siempre decía por estos medios corporativos y por algunos periodistas: "atacan como partido político y si uno les contesta se defienden con la libertad de prensa". Frase que también les puede caber a ciertos sectores de la Iglesia que nuevamente están saliendo a escena, que desde hace años juegan a la política en Formosa, a veces por lo bajo y a veces a la luz, y que siempre han apoyado todo tipo de atrocidades y desventuras, hasta caer en esa política sucia que tanto critican "atacan como partido político y se defienden con la sotana".
Como siempre esa antipolítica queriendo destruir a la política. Esta Pandemia viene a traer muchos cambios en el mundo y en nuestro país también, es el momento de dejar de ser tibios, es el tiempo de cuadros políticos formados no solo en lo técnico sino también en la militancia, de entender, comprender y transmitir el porqué de nuestras políticas públicas, militantes con sensibilidad social asumiendo funciones de gobierno, militantes eficientes, creativos, sensibles e incluyentes. Porque es el militante con vocación de servicio y de poder que pone por encima de todo un proyecto colectivo, que tiene sentido de trascendencia, que no busca acceder a un cargo para solo ocuparlo, sino que lo busca para transformar la realidad.
Salgan de la mentira, eviten que se les convierta en una patología, porque después se les convertirá en adicción, traten de controlar y gestionar ese atroz encanto que tienen por la mentira y entre todos construyamos una sociedad mejor, y unidos vamos a vencer a este virus y a todos aquellos que no quieran el Bien Común.
Luis A. Sebriano (h) - Grupo JUAN PUEBLO
