¿Hacia dónde vamos?

Todas las mañanas nos levantamos preguntándonos que pasa con el mundo, que pasa con aquellas personas que no entienden, o no quieren entender que nos está pasando. Todos los días vemos y escuchamos el dolor y el sufrimiento de muchos, todos tenemos algún amigo, o familiar, o conocido que ha perdido la batalla con esta Pandemia, con este enemigo invisible que requiere toda nuestra fuerza y estar más unidos que nunca para darle pelea. Debemos tener una conciencia colectiva más comprometida y más sincera desde lo humano. Todos los días vemos como constantemente se tienden puentes de solidaridad, puentes que no todos quieren cruzar y siguen con su mirada en lo chiquito, en el egoísmo. 

Mis padres me enseñaron que de lo malo siempre hay que buscar el lado positivo, y quizás, si es que hay algo positivo dentro de tanta desesperación y tanto dolor, es que estamos teniendo la oportunidad como humanidad de construir una mejor sociedad, una sociedad con más valores, con más amor. Pero vemos como la irracionalidad se instala en muchos sectores,.

¿Hacia dónde vamos? hoy una respuesta difícil, porque creo que la mayoría queremos y buscamos el BIEN COMÚN, pero se ve que hay unos pocos que no. El gran déficit de esos pocos es la empatía, es entender y ponerse en el lugar de los demás, de los que necesitan, de los que sufren. Sabemos que con la vacuna tarde o temprano este Virus tendrá cura, pero ese otro virus, quizás endémico que viene adherido al estado natural de estas personas va a costar más erradicarlo.

La conexión de lo que somos, de nuestro interior, con el mundo exterior son los 5 sentidos que tenemos todos, lo que vemos, lo que oímos, lo que sentimos, lo que olemos, lo que saboreamos. Quizás por ahí pase la diferencia que existe con este grupo de personas. Porque no vemos las cosas como son, sino que las vemos como somos cada uno. Es la única explicación que le encuentro a tanto egoísmo, a tanto odio, a tanto placer por querer destruir nuestro sistema sanitario, sistema que también a ellos les salva la vida; y que incluso se filman burlándose y deseando el mal. Sin querer ver el resultado al que hemos llegado por sus acciones y que se enojan cada vez que alguien se los dice.

Ahora debemos mirar hacia adelante y buscar la salida entre todos, sería bueno que dejen de lado esta actitud nefasta y maligna y se sumen, se arremanguen para remar entre todos. Ya tendrán el día de mañana tiempo para rever sus acciones y pedir disculpas, porque el Pueblo no se olvidará de quien le causó tanto mal. ¿No saben como hacerlo? ¿no son médicos ni enfermeros? no importa, miren e imiten a esos comprovincianos que están dejando todo en el frente de batalla, esos a los que llamamos militantes por la salud y la vida, esos que están en las escuelas, en los barrios, en los centros de salud, poniendo el hombro con un solo objetivo: la salud de otro comprovinciano. Cuando decimos "La Patria es el otro" es justamente eso.

Salud, Fuerza y Unión, así vamos a superar esta adversidad, así seremos cada día mejores. No teman, vengan, ¡los esperamos!.

Luis A. Sebriano (h)- Grupo JUAN PUEBLO