Corría el año 2.000, año que venía
política y socialmente hablando a los tumbos, por muchos factores no sólo
atribuibles a un gobierno o color político, sino por un proceso de medidas
neoliberales que empezó, a sangre y fuego, en marzo de 1.976, llevándose a
30.000 argentinos.
Ya
en los primeros meses de aquel año el gobierno de Fernando De la Rúa insistía
(por órdenes del F.M.I.) en sancionar la ley 25.250 de Reforma Laboral, una ley
que no hacía más que avalar los contratos basura, precarizando el trabajo y
beneficiando a los empresarios. El Ministro de Trabajo de ese 1er gobierno de
la Alianza de aquellos años era Alberto Flamarique, quien había dicho a un
grupo de gremios “para los Senadores tengo la Banelco”, en clara alusión a
coimearlos.
La
continuación de la historia es recordada, un Senador llamado Emilio Cantarero
admitió haber cobrado coimas a cambio de aprobar la Reforma Laboral. El Vicepresidente
Carlos “Chacho” Álvarez intentó iniciar una investigación pero el resto de su
gobierno lo dejó solo, por lo que decide renunciar a su cargo. Luego apareció
otro “arrepentido” de nombre Mario Pontaquarto, quien por orden del mismo
Presidente De la Rúa fue hasta la SIDE, cuyo Jefe era Santibañes, a buscar el
dinero con el que luego iba a sobornar a varios Senadores, que no tuvieron
problema de quedarse con sus monedas de oro cuáles Judas, enterrando al
trabajador argentino por medio de una ley nefasta.
Aquellos
años me tocó vivir toda esta historia de adentro, ya que vivía en Buenos Aires
y acompañaba a mi padre en su función como Diputado de la Nación. Recuerdo las
reuniones y debates fuertes en la Cámara, se había conformado una suerte de
bloque que provenía del palo gremial, entre los que estaban aparte de mi padre,
Beto Sebriano, otros legisladores como Saúl Ubaldini, Oraldo Britos, Lorenzo
Pepe, entre otros. Que no sólo levantaban la voz en contra de esa Reforma en
todos los debates en Comisiones y en el Recinto de la Cámara, sino que votaron rechazándola
y a mano alzada y encabezaron todas las marchas que hubieron.
Lamentablemente
toda esta etapa tuvo un desenlace muy triste y doloroso para el Pueblo
argentino, a poco más de un año de aquellos días, renuncia (huye) el Presidente
de la Nación en helicóptero, dejando una crisis social, económica y política en
el país y un tendal de 39 personas muertas por la represión que hubo en Capital
Federal y otras ciudades , entre los que podemos recordar al Pocho Lepratti, “el
Ángel de la Bicicleta” (militante social inmortalizado por el genio de León
Gieco) que podemos leer aún hoy sus últimas palabras en remeras y paredes de
todo el país “HDP´s BAJEN LAS ARMAS QUE AQUÍ SÓLO HAY PIBES COMIENDO”.
Vivimos los
cacerolazos, el “que se vayan todos”, el corralito, las cuasimonedas (Bocanfor,
Lecop, etc.), 5 presidentes en pocas semanas, y millones de argentinos
arrojados a la pobreza, indigencia y marginación, de los cuales recién hoy una
generación después, podemos ver su trágico impacto, y que fue a quienes se
intentó ayudar con el Programa (no PLAN como algunos quieren despreciar)
Asignación Universal por Hijo, entre otros, para intentar así paliar el
descalabro que nos hicieron y nos dejamos hacer mansamente.
¿Por qué hago éste
rápido resumen de aquellos tristes años? Porque este Modelo explotó luego de un
largo proceso de 25 años de medidas neoliberales que iban en contra del Pueblo,
impuestas desde una oficina en Washington, EEUU, que nada conocen de la
realidad de nuestros países, y que sólo buscan que seamos la mano de obra
barata de ellos. 25 años de medidas que la mayoría del Pueblo apoyaba engañado,
y que iguales medidas hoy las están tomando, pero con una aceleración
monumental, ya que en 2 años han tomado las mismas y hasta otras más perjudiciales,
porque saben que ya no van a tener tantos años para engatusar al Pueblo.
Leer hoy al Presidente
de la Convención Nacional de la centenaria UCR decir “el Radicalismo es
Cambiemos”, ratificando y defendiendo todas estas medidas a sabiendas de cómo
va a terminar todo, me entristece y me lleva a pensar en Leandro N. Alem,
Hipólito Irigoyen y Ricardo Alfonsín, que siempre lucharon contra éstos mismos
enemigos, y ver que venció en ellos el conservadurismo de Marcelo T. de Alvear.
Lo que me hace entender mucho acerca de qué lado estuvieron en el ´30, en el
´55 y en el ´76.
Entonces me permito
hacer un llamado a todos a la UNIDAD NACIONAL,
a dar vuelta esta página de la historia, porque es un modelo que
solamente cierra con palos, cierra con represión. Es a lo que se refiere en cada
prédica y oportunidad que tiene GILDO INSFRÁN, “Unidos, Organizados y
Solidarios” nos pide, porque a esta historia ya la vivimos, ya la conocemos. Estamos
a tiempo de reaccionar, de hacerles ver que van por el camino equivocado, que esto
tiene un solo final y no es feliz.
Nuestros hijos nos lo
piden, la historia nos lo pide. Aprendamos de nuestros errores y maduremos. LA
REPÚBLICA CRUJE, LA DEMOCRACIA SUFRE ¡SALVÉMOSLA!
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