El 17 de noviembre de 1972 el general Perón volvía
al país después de casi 18 años de injusto exilio, y por eso se recuerda el
“Día del Militante”. Fue un símbolo de la resistencia y la lucha de muchas
personas que estaban fuertemente comprometidas con la vuelta de la democracia,
el respeto de los derechos políticos y sociales y la libertad, valores que con
Perón proscripto y exiliado no podían garantizarse.
Muchas veces me
han preguntado “¿qué es la militancia?”,
una pregunta difícil de contestarla con una definición de diccionario, pero muy
fácil de explicarla en la acción, con el ejemplo. Es un modo de vida, una forma de ver y entender la realidad, que no tiene
horarios, ni fines de semana, ni feriados, ni vacaciones. Como decía Don Arturo
Jauretche “el militante es el que intenta
transformar el mundo con su ejemplo”.
Es cierto que hoy no es la misma militancia
sudorosa y sacrificada como en aquellos inicios del justicialismo de los años ´40,
o aquellos días riesgosos de los ´70, o la de la vuelta de la democracia en los
´80, donde se conjugaban pasión, amor, patriotismo con inconsciencia y locura
(porque no decirlo). Pero hoy, aunque con otro entorno, la pasión militante
sigue siendo la misma. Y el deseo del verdadero militante es que la lucha siga
siendo lo más popular posible, con el propósito de levantar una vez más y
definitivamente a la clase trabajadora argentina.
El
militante es sin dudas ese “héroe en grupo”,
ese héroe colectivo del que nos hablara Oesterheld, es ese que convirtió su
vida en un eterno peregrinar, una eterna lucha por mejorar la sociedad que lo
rodea teniendo como bandera la Felicidad del Pueblo y la Grandeza de la Nación.
Hoy la
lucha es exactamente la misma que en el ´46 cuando se pintaba “BRADEN o PERÓN”,
hoy podemos decir, a modo de ejemplo, “CRISTINA o CHRISTINE”, es siempre el Imperio
contra el Pueblo, como hace más de 200 años. Es el sueño de la Patria Grande
Unida, es el sueño de mirarnos y reconocernos en nuestros hermanos Suramericanos
como nosotros mismos, porque las luchas son las mismas y los enemigos son los
mismos. Hoy les hemos sacado las caretas, los hemos descubierto, los verdaderos
titiriteros son las corporaciones globales que siempre están atentando contra
los gobiernos democráticos.
Hay
muchas cosas que tienen en común los militantes, pero dos son lo que más los
une: el AMOR, ese amor verdadero y puro que hace que el esfuerzo y el
sacrificio no les pese; y la FELICIDAD, esa que se nota en cada reunión, en
cada acto, en cada OPNGT. Con estas dos virtudes es muy difícil que lo venzan,
sobre todo cuando enfrente sólo hay intolerancia, desprecio y odio. Y si hablamos
de Amor, quien mejor que las mujeres, que son las que llevan hoy bien en alto
el "pañuelo" de la militancia sin esperar un premio, sólo por el deseo de lograr
ese espacio tanto tiempo negado y ninguneado. Como dice Ignacio Copani “Ay ay ay ay… Acá no hay recompensa/ Pobre
el que piensa que puede escalar/ Horizontal, con su historia y su entrega/ Un
militante no es un militar”
Hoy la militancia pasa por lograr la
UNIDAD, con ORGANIZACIÓN y SOLIDARIDAD, consolidar esta revolución en paz que se
llama Modelo Formoseño, que trajo Igualdad, Equidad, Dignidad e Identidad a
todos los formoseños. Y apoyar fuertemente a Gildo Insfrán que lleva el
estandarte de la lucha a nivel nacional.
Justamente el 13 de este mes también se
celebró el Día del Pensamiento Nacional, en honor a ese gran pensador, escritor, ensayista y político argentino,
Don Arturo Jauretche, que entre otras cosas nos decía “Asesorarse con los técnicos del FMI es lo
mismo que ir al almacén con el Manual del comprador, escrito por el almacenero”.
Y si seguimos leyendo sus reflexiones o sus libros (Como el Manual de Zonceras
Argentinas) veremos que la discusión es siempre la misma, sólo que muchos se
olvidan y volvemos a caer en estos gobiernos.
Todos
juntos, nuevos y viejos militantes, debemos ponernos a la altura de las
circunstancias, hoy la gran batalla es la Cultural, donde la Comunicación
cumple quizás el rol más importante, desde donde ellos descargan todo su
arsenal, y es donde no tenemos que descuidarnos y hacerles frente.
¡Feliz
Día del Militante para todos y todas que así lo sientan!
Luis A. Sebriano (h)
Un militante
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