El 16 de septiembre de 1955 se inició la Dictadura militar que se autodenominó "Revolución Libertadora" (nada de casualidad con el nombre del gobierno nacional actual). Civiles y Militares concretaron el Golpe de Estado a Juan Domingo Perón. El gobierno de facto sometió a la mayoría del pueblo a persecuciones, fusilamientos y proscripción política. Y con e decreto 4161 se trataría de desperonizar a la sociedad.
Desperonizar implicaba no sólo prohibir al peronismo de participar en elecciones, quemar sus libros, castigar a quienes tuvieran en sus casas una imagen de Evita o de Perón. Desperonizar significaba derogar la Constitución Nacional de 1949, intervenir la CGT, echar por tierra las conquistas sociales, económicas y políticas obtenidas por los trabajadores. Un intento (como muchos más) de la derecha desde hace más de 69 años.
Proscripción de unos pocos para otros pocos, y negocio para otros mas pocos aún. Proscripción debido al odio que despertó a esos pocos la nacionalización de los ferrocarriles, los teléfonos y la electricidad. La creación de la industria automotriz y aeronáutica. El desarrollo de rutas, puentes, aeropuertos, escuelas y hospitales. Implementación de la jubilación, obras sociales, aguinaldo, vacaciones pagas. Mejora de salario y condiciones laborales. El derecho al voto a las mujeres. La educación pública y Universitaria. El fomento de la cultura y el arte. Etc etc etc.
Y aunque parezca un retroceso trágico, nuevamente aparecen esos pocos de siempre con las mismas formas, demostrando que la historia no se repite sino que continúa.
La oposición formoseña siempre deambuló, en un eterno derrotero, y fue mutando ya que nunca se sintieron representados por ningún partido político, fueron conservadores, luego radicales, luego macristas, hoy seguidores de este personaje que pareciera salido de un animé tragicómico. En definitiva unos pocos que siempre se creyeron superiores, vaya a saber porqué, y que les molesta lo mismo que les molestó siempre, que sea el pueblo el que haya tomado las riendas de su destino. Odian y aborrecen todo lo que tenga olor a pueblo, sin entender tampoco que el ADN de ese pueblo se llama peronismo.
Hoy les molesta todo lo logrado y conseguido por Gildo Insfrán, podemos nombrar más de 1500 escuelas, más de 200 hospitales y centros de salud, las miles de familias paipperas, y varios etcéteras, pero prefiero quedarme con la dignidad, con la identidad, con la cultura, con la educación, con la salud, con el trabajo, con el orgullo de ser formoseños. El amor del pueblo hacia alguien con quien se sienten identificados , alguien que salió del mismo pueblo y nunca se apartó de ese lugar.
Hoy nuevamente, viéndose rechazados por el Pueblo recurren a estas artimañas con un único fin que es como siempre rapiñar algunos votos para mantener sus cargos.
Pero nos vamos a encontrar en ese lugar que tanto les hace temblar, que tanto miedo le tienen, que son las urnas. Nos vemos ahí, mientras tanto sigan con su ahí, y no se olviden el pororó que ahora venimos nosotros: el Pueblo.