martes, 21 de junio de 2011

Una nota muy bien explicada y detallada sobre la Doctrina Justicialista y el Modelo Formoseño de la compañera Mirta Ferreira. Recomiendo su lectura

LA REAFIRMACIÓN DEL COMPROMISO JUSTICIALISTA

PARA LOS JOVENES


Han de comprender nuestras generaciones futuras, especialmente los jóvenes de hoy que emergen en esta Nueva Formosa, que el Justicialismo es la causa de un líder, su propio creador, el General Juan Domingo Perón y en cuyo interior se asienta la causa misma de un pueblo con toda su grandeza y dimensión. El pueblo Argentino. Pero por sobre todo, han de comprender de qué manera, sus hombres de bien, los justicialistas de hoy, mantienen vigente su liderazgo para guiar los destinos del pueblo en cualquier punto de nuestra nación.

¿Porque es importante que los jóvenes comprendan este aspecto de la conducción justicialista? Para evitar las interpretaciones heterodoxas que se puedan hacer, como decía el general Perón, de un movimiento tan grande y tan fortificado como ha alcanzado a ser.

El Justicialismo es en si mismo una doctrina, principios que orientan esa conducción vigente y dado que es una doctrina, no será fácil llegar a esta comprensión, sin antes remontarnos hacia algunos conceptos doctrinarios que competen a la misma ciencia.

La doctrina justicialista, tanto como otras doctrinas, es en su esencia, la enunciación de numerosos problemas sociales y que ha surgido como una guía de solución, por ello conlleva en su interior la teoría y la practica como cualquier otro campo científico. En su interior existen y coexisten numerosos conceptos que forman el contenido general de la doctrina que hay que conocerlos, analizarlos e interpretarlos de manera exhaustiva y profunda para que la prédica sobre sus fundamentos sea convincente y prospere en el tiempo.

Si no logramos realizar estos análisis básicos sobre la doctrina, no podremos a la vez llegar a la comprensión de la vigencia prolongada del Justicialismo como guía en las grandes líneas de orientación política de toda una nación a través de sus hombres de bien.

Entre los varios conceptos que conlleva la doctrina, existen dos nociones fundamentales que pueden indicarnos sobre el sostenimiento en el tiempo del justicialismo y que tienen que ver con la conducción política. Estas nociones son: la concepción y la acción.

La interpretación y el análisis de estos dos conceptos nos llevarán pues a comprender el trabajo de los hombres y de que manera vienen desarrollando la doctrina.

Analicemos brevemente. En la génesis de esta doctrina hallamos que el pueblo argentino junto al general Perón, concibe una doctrina, la ejecutan, la escriben y luego la presentan para consideración de todos. La historia lo cuenta, que esta doctrina practicada en su verdadera dimensión, ha tenido como resultado, la felicidad del pueblo. Al concebir la doctrina, todo indica que hubo un momento en que se concibió la idea de lo que se aspiraba alcanzar; fue ese el momento de la concepción, y luego vino la verdadera fuerza motriz para llevar a cabo la idea, la acción, lo determinado para ejecutar esa idea.

Consecuentemente a eso el país cambió en todas sus dimensiones sobreviniendo la Nueva Argentina.

Estos acontecimientos no se sucedieron de un día para otro sino que fueron la consecuencia de una visión amplia del líder y un criterio primordial que aplicó entre ambos conceptos: el criterio de unidad. Por ello, las bases de esta doctrina se sostienen en dos contrafuertes: La unidad de concepción y unidad de acción. En el primero se manifiesta la unidad de pensamientos, ideales y designios y en el segundo, la unidad de trabajo, ejercicio, práctica, labor, gestión.

¿Dónde se ubicó el criterio de unidad en la doctrina? Perón lo explica con sus propias palabras: “La unidad de concepción esta en la teoría y en la doctrina y la unidad de acción esta en la buena conducción del conjunto de esta doctrina y de esta teoría”

Basándonos en estas interpretaciones podemos establecer un criterio sobre el líder de todos los formoseños. Para el Dr. Gildo Insfrán, los enunciados doctrinarios no han sido meras aglomeraciones conceptuales sino una verdadera guía en la conducción política y social que lleva adelante junto al pueblo de Formosa.

Su conducción nace con una gran unidad de concepción, dado que no existe otra manera de iniciarse en una tarea colectiva, pero he aquí un concepto que respalda a las ideas, la acción, que estuvo y esta sobrepuesta sobre la concepción. Si esto no se hubiera dado de tal manera, a esta altura de los tiempos, no hubiéramos podido visualizar la conquista que Formosa ha obtenido a nivel político, social y cultural, en el contexto de la provincia, la nación y estamos casi ya en condiciones de decir además, del mundo.

Significa que esta unidad de concepción a la que aludimos, presentada en un principio de la conducción, ha ido consecuentemente con la marcha del tiempo, realizándose en una verdadera unidad de acción. La unidad de acción esta inmersa en los hechos que se pueden enumerar y que ponen a Formosa a la vanguardia en todos los órdenes.

Formosa cuenta hoy con un avance extraordinario en materia edilicia, una arquitectura que cubre las numerosas necesidades institucionales; múltiples programas sociales que apuntan a la salud, la educación, la cultura y la economía, con una fuerte inserción en el mundo de la ciencia y la tecnología, el desarrollo de la especialización de los recursos humanos como fuente de seguridad de un grupo social establecido y encaminado al enriquecimiento de una sociedad mas justa y soberana. Formosa ha logrado expandirse hacia diversas direcciones y lograr una nomenclatura eficaz para su desarrollo en el mundo moderno basado exclusivamente en un modelo distintivo y auténtico: el Modelo Formoseño, cuyos basamentos curten desde un transfondo netamente cultural.

La gestión del Dr. Insfran ha intervenido en la vida misma de la sociedad formoseña dando un movimiento tenaz a la diversidad de sectores que la componen, asumiendo los problemas de cada uno de ellos, buscando las vías de solución con la inmediatez que requieren, pero por sobre todo, renovando e innovando el campo de desarrollo de sus áreas sin malograr la esencia histórica que los caracteriza y poder adaptarlos a los nuevos tiempos. Por ello, las transformaciones logradas han sido verdaderamente revolucionarias.

Esa apelación al pensamiento científico (un pensamiento de observación y análisis profundo y constante para encontrar soluciones) viene a formar parte de las adaptaciones que necesita una doctrina para continuar su desarrollo.

Los hechos que concretaron la idea de una nueva Formosa, un proyecto de provincia en unidad de concepción y en unidad de acción cuyos resultados están a la vista de todos, nos muestran su alto grado de interpretación de la doctrina, pero por sobre todo, el compromiso de mantener al día esa doctrina. Una tarea que requiere una colaboración constante en el marco de la corriente justicialista no solo del conductor sino de los cuadros de conductores y del pueblo que lo acompaña.

Cuando existe esta fusión socio – política y cultural se puede concretizar el ideal de un pueblo, por esta razón tan primordial, el Modelo Formoseño se ha convertido en la proposición mas importante que cada uno de los formoseños tiene a su alcance para librar una batalla única a favor de la igualdad de posibilidades en su condición de ciudadano.

Las ideas del General Perón se reafirman en la persona del líder formoseño en cuanto éste, ha dicho en relación a la doctrina justicialista que: “Será función de cada uno de los justicialistas argentinos, a lo largo del tiempo, ir poniendo su colaboración permanente hasta desarrollar el último detalle de esa doctrina…”

De hecho, desarrollar y mantener al día la doctrina a lo largo del tiempo requiere del PROCESO NATURAL PARA EL DESARROLLO DOCTRINARIO que no es mas que “el proceso natural que la inteligencia pone en marcha para todas las concepciones y creaciones de la vida” definido por el pensamiento de un hombre tan preparado para la vida pública como lo fue el General Juan D. Perón.
Esta definición antepone frente a nosotros una conclusión la cual nos indica que los formoseños contamos con un líder, con la presencia de un doctrinario, pero por sobre todo con la de un hombre que utiliza su inteligencia para enriquecer en detalles los aspectos de la doctrina que practica.
(Bibliografía utilizada: JUAN DOMINGO PERÓN. Conducción Política. Secretaría Política de la Presidencia de la Nación. 1974. Bs. As. Rca. Argentina)

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