jueves, 1 de octubre de 2020

MERITOCRACIA Y JUSTICIA SOCIAL: OBRAS SON AMORES

 



“Quien razona con la lógica humana, la de los méritos adquiridos con la propia habilidad, pasa de ser el primero a ser el último. En cambio, quien se confía con humildad a la misericordia del Padre, pasa de último a primero”. Esto fue expresado por el Papa Francisco citando a Mateo 20, 1-16 y género un vendaval de artículos periodísticos que malinterpretaron los dichos del Sumo Pontífice. Este  hecho, además, se originó dentro de un contexto de una cita previa de nuestro Presidente Alberto Fernández, que días antes de lo citado por el Papa, expreso: "Lo único más que debería desear es que cada argentino pueda nacer, crecer, estudiar, trabajar, construir una familia, estudiar en una universidad local, de vivir feliz y de morir feliz en la provincia en la que ha nacido. Ese debería ser un objetivo de cada uno de nosotros. El día que eso pase, Argentina les habrá dado oportunidades a todos por igual"

Esta frase no nos resulta extraña a los formoseños ya que nuestro mandatario expresa continuamente que nadie se realiza en una comunidad que no se realiza.  Y es justamente lo que nos dice el Papa Francisco “Las mejores sociedades son las que, precisamente, a todos les dan la oportunidad de desarrollarse". No puede haber mérito si las condiciones (el punto de partida) no son iguales para todos.

El mérito, como idea muy cercana a la declamación que hace Juntos por el Cambio, es una deformación contradictoria del sentido común, ya que se impulsa su aceptación sin considerar el concepto de equidad. Y esto transforma  la acepción del mérito como una legitimación ética de la desigualdad.

Atacar el mérito, visto como un fin, no es atacar la clase media sino tender un puente para que más personas puedan llegar a ella, creando las condiciones sociales básicas (educación, salud y trabajo). Es ratificar la promesa del ascenso social.

En este sentido el modelo formoseño, llevado adelante por nuestro Gobernador, es un proyecto coherente previsible y serio que genera políticas activas para derrotar años de  atraso y postergación que fueron impuestos a nuestra provincia. Y en esto la educación es la cara de la equidad y de la justicia social.

El objetivo de garantizar la inclusión y la calidad educativa, en suelo formoseño, se ve plasmado en la realización de 1375  obras educativas durante la gestión de nuestro Gobernador. El  modelo educativo integral en nuestra provincia es inclusivo, gratuito y además incluye a todos los pueblos originarios de la provincia con educación intercultural bilingüe. Garantizando también alimentación digna a través de los comedores escolares y salud por medio de la asistencia de los hospitales y centros de salud establecidos en su lugar de origen.

También las oportunidades de trabajo están presentes, como por ejemplo a través de la reciente inauguración de la obra hidrovial que lleva agua hasta la localidad de Pirané, que constituye en un eje de desarrollo para toda la región, creando nuevas oportunidades productivas y de empleo.

Por ello, para que el mérito sea considerado como  algo valioso y bueno, debe cargarse de sentido primero con la equidad, es decir con el amor puesto en obras,  de tal forma que no excluya a nadie. En otras palabras, que incluya a todos. También a los que desacuerden  con  que todo lo hecho los beneficia desde ahora hasta su descendencia. Porque el mérito transforma la realidad, sólo con la equidad como primera causa. Y se convierte en base para realizarse en una Comunidad que se realiza.


Grupo
JUAN PUEBLO

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