El 21 de Mayo de 1810, un grupo de 40 muchachos, que no superaban los 20 años, tomaron las dagas del Regimiento 5 de la Estrella, comandados por Domingo French y Antonio Berutti, fueron al Cabildo a decirle al Virrey Cisneros que se terminó, que se tenía que ir, que a partir de ahora era el Pueblo el que iba a decidir sobre estas Colonias.
El 22 de Mayo, 500 habitantes fueron invitados al Cabildo, y ahí Manuel Belgrano va al balcón lo toma del cuello al Virrey y con una de las dagas que le había prestado French, le dice: "Usted declare el final de su gobierno, o sino yo lo tiro por este balcón". el 25 de Mayo, unas 250 personas que estaban ahí deciden formar un país.
Pasado el tiempo Belgrano le dice a Mariano Moreno "salimos a recorrer un país para enamorarlo de la Revolución, y nos encontramos con un Pueblo indiferente, que no confiaba en Buenos Aires, que no sabían que creer, pero allá vamos con la firme idea de hacer una revolución y hacer un país". 400.000 son entonces los habitantes del Río de La Plata y le pregunta Moreno a Belgrano "¿Qué les decimos?", y este responde "Hay que hacer un plan político, una plataforma política de la Revolución de Mayo, un Plan de Operaciones". Y ahí dicen "La Felicidad del Pueblo es el objetivo de esta Revolución, para lograr la Felicidad hay que lograr la Igualdad, para lograr la Igualdad hay que descontentar a las grandes riquezas, que acumuladas en pocas manos son como el agua estancada que pudren todos los sectores de la vida. Vamos a descontentar a 5.000 familias que tienen toda la riqueza de este Pueblo, pero haremos felices a los 400.000 habitantes".
211 años después seguimos queriendo ver en el Trono a la Noble Igualdad. Hoy esta noble igualdad está muy lejos. hoy son 12.000 familias las que tienen todas las riquezas, apenas un poco más del doble de aquellos 5.000, pero la población es de 45.000.000. O sea la riqueza sigue concentrada en muy pocas manos. Por lo tanto hoy la Revolución sigue siendo el sueño eterno para que la felicidad sea realmente un derecho de todos, y no la propiedad privada de quienes la pueden comprar.
Mucho más acá en la historia, el 16 de Septiembre de 1955 se produce el Golpe de Estado a Perón, que la denominaron "Revolución Libertadora", pero fue más conocida como "Revolución Fusiladora", o al decir de Fermín Chávez "la Cuarta Invasión Inglesa". La Revolución Peronista había herido sensiblemente a las minorías oligárquicas, y a los intereses británicos. Se habían nacionalizado los Transportes, Puertos, Teléfonos, Silos, Frigoríficos, Servicios de Gas y Energía, el Banco Central, se creó la Flota Mercante y el Transporte Aéreo. Se industrializó la Nación facilitando la instalación de Industrias pesadas y se fabricó gran cantidad de Maquinarias y Automotores. Así se logró la Independencia Económica, para con eso lograr la Soberanía Política y buscar así la Justicia Social. Así se arrojaba por Tercera vez al invasor británico.
Hoy, 2021, luego de haber pasado 4 años de un sometimiento fenomenal nuevamente a esos intereses foráneos (2015-2019) y llevar 2 años de esta Pandemia que rompió al mundo, nos pone otra vez frente a un momento único en nuestra historia, momento de construir, de crear. Estamos viviendo una Crisis sanitaria, económica y moral; pero podemos tomarla como una oportunidad, como una forma de unirnos más, de mirar al futuro y todos juntos evitar que nuestros hijos y nietos vuelvan a vivir otra crisis.
Como dice mas arriba, la desigualdad viene desde antes de 1810, y si algo reafirmó esta Pandemia es que nadie se salva solo, que nadie se realiza en una comunidad que no se realiza. La Unidad es el único camino para avanzar, no podemos esperar más. Hay que lograr, como en aquel tiempo de Mayo, un alma de época, un ADN argentino que nos incluya a todos, en torno a la salud, a la educación, al trabajo, a la ciencia y tecnología, a la economía, etc.
Hay que aprender del pasado, consolidar el presente y obsesionarnos con el futuro. Es el momento de convertirnos en eso que queremos ser, pensar en grande y soñar en grande. Estamos ante un mundo nuevo, hay un nuevo paradigma.
Seamos esa Argentina grande con que San Martín soñó, cuya realidad efectiva habíamos llegado con Perón. Seamos racionales, busquemos lo imposible.
Luis A. Sebriano (h) - Grupo JUAN PUEBLO
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