En una nota que escribí el 1° de Septiembre de 1922 titulada "Que País queremos Ser" ya hablaba de la Crisis Ontológica que tenemos, porque nunca pudimos definir justamente eso, que país queremos ser. Por eso las crisis económicas, sociales y políticas que cíclicamente tenemos.
En definitiva una Crisis Ontológica no resuelta, antagonismos, confrontaciones y aspiraciones divergentes. El histórico conflicto Unitarios vs Federales dejó heridas muy profundas en el tejido social argentino, tan profunda que se llegó a bombardear una plaza abierta matando a cientos de civiles. Choque de visiones sobre el presente y el futuro del país y sobre la distribución de los recursos.
Es una herida abierta y sangrante en la memoria nacional, una herida histórica abierta. En la actualidad seguimos con con esa pelea ¿qué país queremos ser? ¿qué país queremos construir? ¿Porqué constantes fundaciones y refundaciones?.
En este sentido, la mirada del Coaching Ontológico nos invita a asumir la responsabilidad individual y colectiva de construir el futuro, y sanar de una vez por todas esa herida.
En vez de peleas estériles aprender a escuchar antes de hablar, salir de mi mirada en donde "mi verdad" es la verdad. Debemos desarrollar algunas competencias humanas fundamentales como la empatía, la flexibilidad, la capacidad de escucha, el diálogo, la tolerancia, etc. La tolerancia al otro entendiendo que su mundo interpretativo es diferente al mío, que es un auténtico otro.
Somos arquitectos de nuestra realidad, nuestro lenguaje construye y moldea el entorno en el que vivimos, es el primer paso hacia la transformación, hacia la construcción de una Argentina sin grietas.
Muchas preguntas por hacerse, o ya hechas sin responder ¿Quienes queremos ser como sociedad? ¿Que valores queremos priorizar? ¿Cómo podemos trabajar juntos para un futuro mejor?. El Coaching Ontológico es una voz de posibilidad para generar el valor agregado de un enfoque integrador que mire a la complejidad. El Coaching Ontológico a través de pensamientos, análisis y herramientas construye mayor capacidad de respuesta. La crisis y el caos son variables recurrentes, pero también existen variables de oportunidad, lo que falta son personas que puedan verlas. En este presente de desafíos cambiantes es insostenible, o muy difícil, pretender ser exitoso en cualquier nivel de gestión con estrategias y recetas viejas.
La política es una herramienta para mejorar la sociedad, pero es también la ciencia que trata la organización de la Comunidad, cuán importante sería que quien dirija, o conduzca, esté al tanto de distinciones del coaching ontológico: Juicios, Contexto, Afirmaciones, etc. Una utopía es que el Ministerio de Educación de cada provincia y de Nación sea liderado por un Coach Ontológico, o que se rodee de asesores coaches ontológicos, para que se tome en cuenta el manejo o la gestión de las emociones, y como ésto incide en nuestra vida diaria personal y profesional, para tomar decisiones más acertadas en lo que se refiere al Bien Común.
Ya en los ´70 Humberto Maturana, uno de los padres del Coaching Ontológico, fué Ministro de Salvador Allende.
Lo que hace básicamente es buscar la resolución de problemas a través del análisis de diferentes alternativas que tenemos dentro de determinados contextos. La realidad se compone de varios puntos de vista y abarcar los contextos de los cuales se originan nos llevaría sin dudas a ser una mejor sociedad.
Para que se entienda, o se sepa, el Coaching Ontológico no es autoayuda, eso es desmerecer su práctica, en general por desconocimiento. Es una revisión prolija del pensamiento filosófico.
La Crisis de sentido que atraviesa la humanidad, porque no es un problema solo de nuestro país, es el diagnóstico y el punto de partida del Coaching Ontológico Profesional. Tiene la ambición de ocupar el lugar que la religión y la ciencia han dejado vacante al demostrar su impotencia o incapacidad para darle sentido a la existencia en el mundo actual.
Es un conjunto de premisas sobre cómo debemos pensarnos en relación con lo que somos y lo que queremos ser, con nuestra historia y nuestro futuro.
Y cierro con una frase que me gusta y me lleva a reflexionar, que es que si trabajamos juntos, en este sentido, no podemos todo, pero sí podemos mucho.
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