208 años han pasado de aquel 9 de Julio de 1816, 208 años de aquel grito de alegría de ¡Viva la Patria!, marcando un rumbo con el ejemplo de San Martín, de Belgrano, de Dorrego, de Güemes, de Juana Azurduy, de Remedios del Valle y de tantos otros que dejaron su vida por la libertad de la Patria y la dignidad de su Pueblo.
208 años que se declara no solamente libre de España, sino también "...y de toda otra Dominación Extranjera", parte que es agregada a pedido de San Martín, porque ya en esa época, al igual que hoy, existía una élite gobernante que no le interesaba la independencia, que quería pasar del dominio español al domino británico (buscaban cambiar de amo en vez de liberarse). Esa Declaración fue escrita en español, en quechua, en aymará y en guaraní, porque se declaraba la Independencia de toda la Suramérica.
Hoy a ese grito de alegría debemos agregarle otro de advertencia: ¡La Patria No Se Vende, la Patria se defiende! y esforzarnos para que lo entiendan porque no lo hacen, y no lo pueden hacer porque no se puede defender lo que no se ama, lo que no se conoce, y justamente ahí está el problema, no la conocen y no la aman, gobiernan un País que detestan y quieren destruirlo desde adentro.
El genio de Enrique Santos Discépolo en su obra maestra "Cambalache" dice "Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante sabio chorro, generoso estafador... Lo mismo un burro que un gran profesor... los ignorantes nos han igualao". Tango que curiosamente denuncia lo que sucedía en la tristemente conocida Década Infame, pero que tiene gran vigencia hoy, década a la que constantemente nos quieren hacer volver estos raros y oscuros personajes.
Sepan esos, que aquel 9 de julio de 1816, en el Jardín de la República, se ha sembrado la mejor flor: la INDEPENDENCIA, y que hoy muchas flores nuevas están floreciendo en el pueblo a lo largo y ancho de todo el país, y sepan también que con el pueblo todo, sin el pueblo nada. ¡Viva la Patria! ¡Viva nuestra Patria!
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