miércoles, 3 de septiembre de 2025

De Tato a Rial, la historia se repite como farsa

 "Cuando la censura se vuelve canción"


En los ´90, cuando la Jueza Servini de Cubría decidió censurar al genio de Tato Bores, no hizo más que darle un regalo: la inmortalidad popular. Porque el humor argentino respondió como sabe hacerlo: con ironía. Y así nació la inolvidable "La Jueza Barú-Budú-Budía", una canción que convirtió a la censura en chiste y a la Jueza en personaje de historieta y símbolo de autoritarismo ridículo.

Treinta años después la historia se repite pero con otros protagonistas. Esta vez no es un Juez electoral, sino la hermana del Presidente y Secretaria General de la Presidencia. Quien intenta desde el poder "disciplinar" a periodistas, marcarles la agenda y querer decidir quien habla y quien calla.

El destino suele ser cruel con quienes creen que tienen  poder para silenciar. Porque en nuestro país, cada intento de censura termina volviéndose contra el censor. Hoy, como ayer, la respuesta será la creatividad popular. Y, quizás, en cualquier esquina, empiece a escucharse ese estribillo con su nueva protagonista: "Karina Barú-Budú-Budía", que ya viene del popular "Alta coimera, K....es alta coimera".

Si Servini quedó para siempre en la memoria colectiva gracias a una canción, hoy lo será Karina, y así lo que pretendía ser control, se convierte en caricatura.

Al fin y al cabo, como decía Tato, la risa es el único remedio contra la soberbia del poder.

¡VERMOUTH CON PAPAS FRITAS Y GOOD SHOW!




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