domingo, 15 de mayo de 2011

Para los que dicen que en Formosa no se hace nada... LES PRESENTO PARTE DEL MODELO:

Destacan que Formosa puede triplicar su producción y conservar 90% de los bosques

“En la provincia de Formosa, estudios recientes muestran que se puede triplicar la producción y aun así conservar casi el 90% de los bosques si se respeta la organización programada”, ejemplificó el especialista en sustentabilidad Jorge Adámoli, experto de la UBA, al exponer sobre lo valioso de una expansión planificada.



Al recordarse uno de los eslóganes locales: “Naturaleza en producción”, algo que consideró que no es menor al “situarse al hombre como centro de todas estas actividades”, y ser contrario a quienes opinan “no tocar el monte, el agua o el suelo”

Con más de cuarenta años de experiencia en la profesión de ecólogo y conservacionista insiste Adamoli en su posición totalmente coincidente con la visión del Gobierno de Formosa en este sentido, ya que entiende que “la primera especie a conservar es el hombre, sus plantas cultivadas y sus animales domésticos, dado que de esta manera le estamos dando sentido a la conservación, o sea colocándole al hombre en el centro” significó.

Dijo que es a partir de alli cuando recién se podrà tener una política efectiva para la conservación del resto de la vida silvestre.


En su disertación en el seminario anual de la Fundación Producir Conservando, realizado esta semana en Buenos Aires, expuso que “estamos a gramos de llegar a las 100 millones de toneladas de granos producidas y ya se está pensando cuándo podremos llegar a 150 o incluso a 200 millones de toneladas. Creo que estas metas de crecimiento deberían hacerse para todas las producciones regionales, incluso las carnes. Esto es posible y deseable, pero no a cualquier costo”.

“En la provincia de Formosa, estudios recientes muestran que se puede triplicar la producción y aun así conservar casi el 90% de los bosques si se respeta la organización programada”, ejemplificó el especialista en sustentabilidad, que presentó un trabajo realizado con la Facultad de Ciencias Naturales de la UBA acerca de la expansión agrícola en el NEA y NOA, y destacó que una correcta planificación territorial podría generar el ámbito para un crecimiento productivo sustentable.


Según el estudio, realizado sobre una superficie total de 50 millones de hectáreas que abarcan gran parte del norte del país, en 1975 había 4 millones de hectáreas en producción, y hoy hay allí unas 11,4 millones de hectáreas cultivadas. El 22% de los ambientes naturales de la región sufrió transformaciones, y el 79% de esa superficie transformada han sido bosques.


Según Adámoli, el problema no fue la transformación sino la falta de planificación. “Hay áreas que deberían tener un 50% de bosques pero hoy están totalmente deforestados”, aseguró. En Salta, por ejemplo, los bosques de yungas se vieron seriamente afectados, y lo mismo sucedió con el bosque de tres quebrachos en Chaco y Santiago del Estero. “El ordenamiento territorial integral -no solo de los bosques-, es impostergable”, advirtió Adámoli.

Pensando en el futuro, el trabajo revela que la expansión territorial podría continuar solo en algunos casos de la mano de la ganadería, con pasturas y maíces resistentes a la sequía o aptos para zonas inundables, pero en la mayoría de las regiones estudiadas se ha llegado al límite. Será cuestión entonces de poner el foco en la productividad y el cuidado del ambiente, dos materias en las que todavía queda mucho por mejorar.

Puntualizó diciendo que en Salta, la relación es muy lejana al 50/50 deseable, y se acerca al 10 a 1. En Chaco, esa relación es de 6 a 1 y la situación también es muy complicada.

La soja, que en la última década reemplazó al algodón como principal cultivo en el norte del país, explica gran parte de este desbalance.

Planificación territorial

Para Adámoli resulta imprescindible una visión como la que se tiene en Formosa para la planificación territorial.

“Se deben desarrollar al máximo las potencialidades que tiene Formosa, pero no solamente para producir grandes volúmenes de alimentos, sino también para generar trabajo, desarrollo y crecimiento de la población, y no exclusivamente de crecimiento en cuanto a sus actividades económicas, sino en su salud, en educación y en todo lo que haga a su vida”, propuso.

En todo momento el destacado ambientalista de la UBA insistió en remarcar la necesidad de afirmar la compatibilidad al hombre con la naturaleza, al interpretar que “de no ser así, el camino será totalmente errático, muy equivocado y es por ello que destaco la política ambiental que adopto como estrategia Formosa”.

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