miércoles, 31 de octubre de 2012

copio una magistral nota del compañero Carlos Alberto (Joselo) Roble sobre la realidad latinoamericana y la hermandad y solidaridad de los pueblos


Cuando Latinoamérica es solidaridad


Pensar en una América Morena y hablar de límites territoriales duros, estrictos y deshumanizados y no solidarios es una contradicción piramidal que no nos permite avanzar en la identificación conceptual y humana que pretendemos hacer de este mundo marcado por la globalización.
Insisto en que es paradójico porque de esta América Morena formamos parte los formoseños, los paraguayos, los brasileros del sur y una parte de los bolivianos del este, con quienes tenemos puntos coincidentes ya que no sólo nos une una historia reciente, sino también una construcción antropológica común.
Formamos parte de una gran nación, cuya responsabilidad principal es la de ser solidarios para poner en práctica la tan pregonada hermandad latinoamericana, pero que muchas veces está determinada desde la arista comercial y los acuerdos de cooperación mercantil y financiera. Si dejamos de lado los lazos solidarios corremos el riesgo de ser una masa inerte de identidad, de cultura, sin un futuro en común y sin razón social de crecer.
Somos una América Morena, solidaria y emparentada con lazos muy fuertes que provienen de una cultura antropológica que se enriquece a través de las relaciones sociales. En este sentido los formoseños, sabemos que como pueblo nuestros antepasados han luchado tanto por ser parte de la Argentina, trasladándose con el Comandante Fontana desde Villa Occidental hasta el nuevo asentamiento en territorio argentino denominados Vuelta Hermosa.
Pero no es menos cierto que la realidad y las relaciones sociales han hecho que algunos límites sean solo jurídicos o geográficos, que se diluyen cuando tiene que ver con el aspecto humanos como la salud y la educación la vivienda el trabajo o la fe.
Formosa es un pueblo solidario que pone cada día en práctica la hermandad americana. Que comparte con el hermano paraguayo necesitado, sus escuelas, sus hospitales, poniendo en práctica la unidad de Latinoamérica, la que liga a los hombres y une a los pueblos.
Pero según la visión de algún politiquillo fracasado todo se reduce a 1200 votantes argentinos que viven en Alberdi y que con todo el derecho que las leyes acuerdan vienen a votar a Formosa, soslayando las acciones y los lazos que nos unen desde siempre y para siempre,
Pero limitar la legitimidad de la voluntad popular sujeta a 1200 votantes en un padrón de más de 300.000, es reducir desde la mala fe todo el contexto histórico, cultural e idiosincráticos que une a estos dos pueblos.
Es no tener en cuenta que la solidaridad no se predica, sino que se la pone en práctica.
Quien reduce tota la acción política de este Gobierno, todos los lazos antropológicos e históricos y todas las acciones solidarias encaradas a 1200 votantes no tiene ni la más pálida idea de lo que es una América Morena unida, y seguramente nunca entenderá que sentimos, que pensamos y que queremos los formoseños, no por el hecho de no haber nacido acá, en este suelo, sino por no haber hecho de Formosa su hogar y estar solo en nuestra Provincia por contingencia del destino.

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