lunes, 5 de mayo de 2025

El Odio como metodología política

Evita decía que "el amor agranda la inteligencia, el odio en cambio la sofoca, la oprime y la hace desaparecer". Pepe Mugica decía que "el odio termina estupidizando, el odio es ciego al igual que el amor, pero el amor construye y el odio destruye".

"No odiamos lo suficiente..." dice el personaje oscuro de Javier Milei. Las preguntas son: ¿Cuál es el límite? ¿Cuánto es suficiente? ¿Hasta donde nuestra sociedad va a soportar a esta banda de desequilibrados?

Ya nos hemos dejado robar la palabra LIBERTAD, y prácticamente que la secuestraron. 

Gritando libertad avanzó la represión, aumentó el desempleo, se desplomó el poder adquisitivo, avanzó el recorte a la salud pública y mental, el recorte a la educación, a los derechos laborales, avanzó el ahogo a las provincias, y a todos estos avances se le sumó el avance del silencio. Porque la enorme mayoría la estamos pasando mal, pero muy pocos somos los que decimos algo.

La mejor dictadura es hacer pensar al ser humano que es libre, mientras otros deciden por él. Este capitalismo salvaje, nueva tiranía como lo denominaba Francisco, logró aislar al individuo del bienestar colectivo. Así se anuló el deseo de luchar en Comunidad, sin importar quien tengo al lado, como si cada uno de nosotros fuésemos una isla.

La estrategia de estos "libertarios" fue imprimir  en los jóvenes un discurso de odio y apropiarse de la palabra libertad a través de shows mediáticos, tik toks, reels, trolls, además de los medios de comunicación tradicionales.

La gran batalla que tenemos que librar es una nueva batalla cultural, filosófica y de valores, volviendo a poner al hombre y la mujer en el centro de la escena. Luego se convertirá en una batalla política. 

Debemos participar todos, llamar a los artistas, a filósofos, a poetas, a maestros, a pensadores, a músicos, a intelectuales, a periodistas... y a todos aquellos que sientan que tienen algo para aportar y así empezar a desarmar este circo que han montado.

El camino es la Unidad, Sí

El amor vence al odio, Sí.

Pero también tenemos que ponernos el overol y salir a laburar, cada uno desde donde pueda, desde donde sepa o desde donde le toque, pero tenemos que salir. ¡Hagámoslo!




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