martes, 2 de julio de 2013

Nota del compañero JORGE SANTANDER



A los jóvenes formoseños:

El Peronismo o justicialismo, es una concepción absolutamente revolucionaria, así lo planteó Perón desde sus mismos orígenes. Decía el General que esta revolución es una reacción popular encauzada por fuerzas que van estructurando, en la realidad, una acción innovadora, profundamente modificadora de la estructura social, política-económica-financiera e intelectual de la Nación. Su pensamiento siempre creció al ritmo de los designios políticos de toda la humanidad, y muchas veces (la mayoría) se adelantó por décadas a la planificación de los Imperios. Por más de treinta años tuvo la iniciativa política en la Argentina y en Latinoamérica, convirtiendo a sus oponentes en simples contestatarios. La síntesis de su pensamiento evolucionado se encuentra plasmado en su última obra:”El Modelo Argentino Para El Proyecto Nacional”, la “Versión Política de una Concepción Cristiana del Mundo. Esta obra hay que estudiarla desde el apoyo del discurso del General Perón del 1ª de mayo de 1.974 ante la Asamblea Parlamentaria. El Peronismo, en síntesis, es la manera Argentina de ser cristiano.

Hoy, la realidad Provincial marca una disposición cambiante y en crecimiento, producto de la lucha y planificación peronistas, y se hace imprescindible que la militancia, especialmente la de la juventud, reafirme su apostolado llegando hasta el último rincón de nuestra tierra con el mensaje de futuro digno del Proyecto Formoseño que postula, promueve y realiza el Gobierno peronista del Compañero Gildo Insfran. Para ello debemos beber de la fuente correcta, movilizarnos en el conocimiento, la información, la valoración y luego la difusión organizada y esquemática de este revolucionario Proyecto de Provincia. El Modelo formoseño convoca a cada hombre y mujer de la Provincia a cumplir antiguas utopías y a sumar nuevos sueños.

Es de imperiosa necesidad reflexionar sobre los tiempos que estamos viviendo, el futuro irremediablemente ha de cumplirse, los formoseños podemos reconquistar nuestras potencialidades y dejar de ser tributarios de la planificación de los intereses externos que dominaron la mayor parte de estos 133 años de la historia de nuestro pueblo. El Modelo Formoseño de Proyecto Provincial es una antorcha en marcha que ilumina el nuevo camino de una Formosa más justa y más digna. 

La ejecución política por parte del Gobierno de esta proyección del futuro es el método ideal, el camino constitucional; pero es necesario, ahora que esta nueva situación de la planificada realidad política nos permite, estar listos para integrarnos con fuerza a la construcción del futuro. Por eso cada uno de nosotros como jóvenes, uniendo las fuerzas con sacrificio y desprendimiento personal, tenemos que plantear firmemente el acompañamiento militante desde el peronismo a la construcción del porvenir, primero afirmándonos como hombres y mujeres útiles para nuestro pueblo, libres y capaces de tomar decisiones que construyan y aseguren el éxito de nuestra empresa. Esta empresa se llama Formosa, nos lo agradecerán nuestros hijos, nietos y todas las generaciones futuras. 

En la concepción política peronista el destinatario de las acciones es el Hombre y su realidad. El capital humano es la riqueza primordial que hay que cuidar, porque es irreemplazable. Por eso aseveramos que las conquistas del Proyecto Provincial además de dignificar el trabajo, y encaminar el futuro dispone la elevación de la cultura y la humanización total. La síntesis del hombre nuevo formoseño esta en el pensamiento y la acción del Compañero Gildo Insfran, la tarea de afirmar su crecimiento espiritual y cultural, su sentido de pertenencia y su orgullo depende de la formación que reciban nuestras juventudes en el pensamiento correcto, con la información adecuada, y con el ejemplo de la militancia que, en gran medida, es el reaseguro para hacer respetar su decisión de ser Formoseños dignos y capaces de realizarse en su tierra.

Vivimos tiempos revolucionarios en la construcción de nuestra historia, tiempos que se recordarán como fundacionales. Somos, indudablemente, parte de la generación que acompañará este tiempo histórico, siempre y cuando nuestras decisiones sean las correctas para este tiempo y todas sus circunstancias. La militancia de los jóvenes debe cumplir su rol en la historia, con la pasión que siempre han puesto los jóvenes en lucha por sus ideales.

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