He querido dejar pasar
unos días para que puedan reflexionar aquellos que han escrito en forma
negativa acerca de lo que significa para los formoseños el SER provincia, una
discusión totalmente absurda. Renegar SER formoseños es renegar a toda nuestra
pertenencia, nuestra identidad, nuestra forma de ver, de sentir y de pensar.
SER FORMOSEÑO “es tiempo
de reconocer nuestros rostros” es el título de la revista que lleva dicho
nombre, levantando todo lo que realmente significa nuestra provincianía,
nuestro orgullo, nuestra cultura, en definitiva nuestro lugar en el mundo, en
el que nos reconocemos y nos hermanamos. Va mucho más allá que una simple
discusión política coyuntural y está mucho más alto que cualquier debate
ideológico. Es desde esta base que empezamos a construir y a encauzar todos
nuestros sueños para empezar a luchar por un ideal de provincia con una
comunidad organizada y comprometida.
A lo que me refiero es que al hablar de la
Provincialización estamos hablando de nuestra bandera, de nuestro escudo, de nuestro himno, estamos hablando de algo que nos engloba a todos los formoseños y nos hincha el
pecho de orgullo patrio. Sin embargo hablar en contra de estos
sentimientos es separarse, poner una distancia, no querer ser parte de un
colectivo venturoso y triunfante, no sentirse ni reconocerse formoseño, y es
eso lo más raro y lo que más nos duele a los que amamos esta tierra y que todos
los días nos despertamos con esas ganas de que este rumbo maravilloso no
decaiga y nos ponemos a empujar el carro desde el lugar que nos toque o desde
el lugar que podamos.
“Ser o no ser, esa es
la cuestión…” reza una línea de Hamlet que se convirtió en una de las
citas más famosas de la literatura universal. Y es en este momento que tal cita
tiene más vigencia que nunca. Los llamamos a todos a SER, SER FORMOSEÑOS, SER
ARGENTINOS, SER SURAMERICANOS, los llamamos a todos a SER HERMANOS. No caigamos
en falsos debates ni seamos tan zonzos de ser instrumentos del odio de otros,
pensemos por nosotros, y la respuesta sale sola, cae de maduro, SER O NO SER es
el dilema que Hamlet no pudo resolver, resolvámoslo nosotros, SEAMOS parte,
SEAMOS formoseños.
Luis A. Sebriano (h)
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