El ministro de Gobierno, Justicia y Trabajo, Jorge Abel González, le respondió al candidato a gobernador por la oposición, Francisco Nazar, luego de que este remitiera al gobernador Gildo Insfran una nota donde solicitaba “el inmediato veto reparador” al in constitucional desacierto legislativo aprobado sobre tablas en la última sesión legislativa provincial” (sic).
Expuso incluso González que el candidato también entro en “una serie de consideraciones personales sobre la legislación electoral modificada y apreciaciones aun más personales sobre la reunión mantenida por usted con el suscripto y las declaraciones periodísticas que de ella surgieron”.
Dejo en claro el ministro que “lejos de entrar en una polémica sobre las cuestiones personales que usted plantea, y menos aun en la refutación de vuestro particular análisis y los adjetivos calificativos que utiliza, los cuales demuestran la razón de Patricio Doyle en si libro “Mario Mariño, Wichi y Obispo”, cuando describiéndolo expreso: “…así como siempre le fue muy difícil andar junto con quien no estaba de acuerdo con él, y con facilidad le salían actitudes agresivas y excluyentes hacia estos…” (p. 205), corresponde, sin embargo, dejar aclaradas algunas cuestiones que hacen a la plena vigencia del Estado de Derecho en nuestra provincia”.
Sostuvo asimismo que “más de una vez quienes, en su larga madurez, se asoman a las lides políticas, después de una extensa vida en el seno de una institución rígida, con más de dos mil años de tradición, encuentran que la dinámica social en la que se desarrollan las fases agonal y arquitectónica de la política, resultan escenarios vertiginosos, para cuya comprensión, difícil sin dudas, utilizan categorías axiológicas calificando negativamente, desde quien sabe qué lugar, toda acción que no se adecue ni se ajuste a su particular percepción del debe ser”.
Explico que “el funcionamiento de los poderes del estado se ajusta a lo dictado por la Constitución. Esta, como contrato social, expresa la voluntad de un pueblo plasmada en norma; desconocerla es desconocer la dignidad de las personas que concurrieron con su voto a conformar esa voluntad popular. Quienes crean ser superiores tendrán esa actitud, y no se consideraran parte de ese pueblo. Desde ahí entendemos la particular redacción del último párrafo de su nota”.
Enfatizo el ministro de Gobierno que “nosotros respetamos la voluntad popular de nuestro pueblo, y lo expreso en la primera persona del plural, porque formamos parte de él, no solo por haber nacido en su seno, sino por haber elegido serlo”.
También le dejo en claro que “en nuestra Constitución se establecen los modos y mecanismos para sancionar las leyes, modificarlas o derogarlas. Lo que realizo la Legislatura Provincial y que tanta molestia provoco en usted está previsto en esas normas. Que a usted no le guste, ni las comparta, es otra cuestión. Está en su derecho hacerlo, y lo respetamos, por más que las calificaciones que realiza sean, en muchos casos, ofensivas”.
“Sr. Nazar, tal como se lo exprese como ministro de Gobierno, Justicia y Trabajo en ocasión de la audiencia que le concediera, la legislación electoral de la provincia es clara, reiterándole una vez mas que no hay otras normas que las establecidas en la Constitución y las leyes dictadas por la Legislatura, en el marco de sus facultades constitucionales”, le insistió en afirmar. Aquí le marco que “desde esa perspectiva, el proceso electoral provincial y los comicios se realizaran, como siempre ocurrió, “dentro del marco de la legalidad, en resguardo a la soberana voluntad popular de la cual deberán emerger la representatividad y legitimidad del próximo gobierno”, señalando que la nota de Nazar así lo expreso textualmente.
Considero finalmente que “sería bueno, entonces, ser consecuentes con sus palabras, resguardando las instituciones, respetando sus decisiones y al pueblo que ha brindado representatividad y legitimidad a los gobiernos de la democracia desde 1983”, concluyendo en sostener la “firme convicción de que lo mejor que tenemos es nuestro pueblo formoseño”.
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