Un liderazgo indiscutible

Por María Elizabeth López

Su personalidad es motivo de pasiones encontradas y sentimientos disímiles, pero aun así es tenido en cuenta tanto por seguidores y detractores. Sin embargo, ni las constantes críticas ni los permanentes elogios alteran su rumbo.


Tiene una meta y trabaja sin descanso para llegar a ella. Si bien los objetivos se van concretando, según sus palabras, aún queda mucho por hacer.

Este formoseño supo ganarse, a través de su militancia y sencillez, el cariño de la gente que ve en él a un hombre sagaz, intuitivo y visionario, que tiene un proyecto en marcha que, aunque criticado por muchos, continúa sentando las bases del crecimiento y desarrollo de la provincia.

Su carisma y popularidad son innegables; no obstante, sus detractores no pierden oportunidad de defenestrarlo. A pesar de la intención de mostrarlo como un déspota, él responde con hechos concretos y viables, provenientes de su metodología de trabajo.

Por cada injuria hay una escuela, un hospital o una ruta como respuesta. Además, hay una presencia permanente en cada pueblo olvidado del interior. Hizo carne la equidad y la justicia social para cada formoseño, por eso nadie puede negar su liderazgo.


En lo personal, entiendo que un líder tiene condiciones innatas pero que, con el paso del tiempo, se perfecciona y se potencia. Esto le asegura la idoneidad para estar al frente de un partido, elegir su equipo, convencer al pueblo, vencer sus enemigos políticos y ganar las elecciones.

Asimismo, debe dedicarle su vida, tiempo y esfuerzos a afrontar y resistir las adversidades, poseer valor y fortaleza para decidir y perseverar frente a la adversidad, así como tener visión para prevenir, inspirar e imaginar el futuro.

Si a todo esto se agrega la seguridad en sí mismo, el dominio de los acontecimientos que lo rodean, presencia permanente al lado de su pueblo, solidaridad, competencia y seguridad, esto hace que lo sigan quieran y se entusiasmen con su persona, discurso y proyecto. ¿Alguien puede negar que Gildo Insfrán sea un líder?