jueves, 20 de septiembre de 2012

Me vienen a convidar a arrepentirme, me vienen a convidar a que no pierda

Formosa es sin duda una provincia muy joven, pero no por ello su constitución social está ausente de una pretendida clase “patricia” capaz de subvertir las leyes, acomodarlas a sus intereses o modifícalas a través de distintos tipos de lobbies.
 Si  nos remitimos a la primera convención constituyente de Formosa  en el año 1957 , se puede apreciar  que no pudo escapar  del contexto histórico que reinaba el país en ese entonces , por lo tanto  está teñida  de la ideología que reformó la  Carta Magna Nacional, en la cual la Argentina  había derogado por proclama militar las reformas constitucionales de 1949.
Por ese entonces, en la incipiente Formosa una inmigración de  nuevos abogados  formados bajo esa   reforma constitucional  se fueron  sumando a los ya existentes. Todos ellos provenientes  de familias tradicionales, cuya principal fuente de ingreso era la actividad ganadera.
Poco a poco  los organismos judiciales que   fueron creándose en Formosa   concurrieron   absorbiendo  a los nuevos profesionales, formados  dentro del contexto anteriormente mencionado
 De esta manera, fue formándose una  especie de “casta” que tuvo y aún tiene mucha injerencia en   la vida social y judicial de Formosa. A modo de ejemplo,  el padre del ex Intendente Gabriel Hernández, fue miembro del  Superior Tribunal de Justicia  de Formosa   y su hermano y Diputado Provincial, Martin Hernández, tiene parentesco político con  un ex miembro de dicho tribunal.  En este punto, es importante aclarar que en ambos casos los funcionarios judiciales fueron  nombrados durante el proceso militar.
También me parece importante  recordar que cuando  Gabriel  Hernández  terminó su gestión como Intendente  había sido imputado en más de treinta causas, las cuales han prescripto  casi en su totalidad, recordando que prescribir en Derecho equivale a decir que nadie ha hizo nada  para investigarlas.
Teniendo en cuenta todos este contexto me resulta muy llamativa  la Editorial  del 20 de septiembre de un matutino local, en el cual  bajo el título de sin anestesia previa y con el título  amarillista de “Presiones indebidas”, hace alusión  a una supuesta y pretendida sumisión de la Justicia al poder político local.  
Esta Editorial, que no posee argumentos válidos que sostengan su tesis ¿No debería tener en cuenta  esos aspectos? Ya que si  bien afirma  que existe  presión  sobre los jueces  ¿No debería sospecharse de los hermanos Hernández? ¿Acaso no fueron favorecidos con inacciones judiciales, en expedientes que durmieron  el sueño eterno hasta  su prescripción?
El editorialista del  diario ,  un viejo y conocido viejo  por todos,  utiliza la estrategia  discursiva para ejercer una presión indebida sobre los jueces, invitándolos   a reflexionar para  que no sean quemados  en la hoguera pública mediante operaciones mediáticas, sin embargo generaliza y- con poca inteligencia- descontextualiza , cambiando singularmente el foco de lo intenta comunicar.
A mi entender, la interpretación correcta de la editorial, es que subliminalmente  desde esos grupos patricios algo se le está diciendo al Poder Judicial, ¿O será solo mi imaginación?
 JOSE RODRIGUEZ
Formosa

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