sábado, 13 de noviembre de 2010

EL CIELO PODÍA ESPERAR

EL CIELO PODÍA ESPERAR

Sí, “el Cielo podía esperar” rezaba una Bandera… pero es evidente que Dios, Alá, el Misericordioso, el Clemente, lo quería para su ejército de Arcángeles, ese ejército que ya contaba con otros grandes como San Martín, Artigas, Francisco Solano López, Martín Miguel de Guemes, Juan Manuel de Rosas, Irigoyen, Juan Perón, y tantos otros.
Néstor Kirchner no murió por dos infartos naturales, murió por tantos infartos provocados por un asedio brutal llevado adelante por los monopolios con la activa participación de los grandes medios de difusión que poseen, de los “periodistas” mercenarios, por los típicos “funcionales de una izquierda infantil”, por la actitud de miserables y mezquinos.
Viendo lo acontecido en estos días en la histórica Plaza de Mayo, donde cientos y cientos de miles de jóvenes en actitud militante y agradecida despidieron con lágrimas en los ojos y sus bocas llenos de gritos y loas a su líder, su conductor, es cuando más unidos y hermanados nos sentimos los jóvenes de hoy con esa “maravillosa juventud” de la que hablaba el General, aquella que dio su vida por sus ideales, por sus principios y por sus valores. Esta nueva juventud que aflora a la política hoy, que aflora y reverdece de la mano de Néstor y Cristina, que tiene intactos esos mismos valores e ideales que aquellos, por más que nos quieran hacer creer lo que tantas veces repiten que “la sociedad de hoy perdió todos los valores” cuando en realidad los tenemos más que nunca, cuando en realidad son ellos, esa prensa canalla y cipaya la que no sólo perdió sus códigos sino que los vendió al mejor postor. Hoy más que nunca esa llama ardiente, fervorosa, rabiosa y furibunda que es la juventud estamos más firme que nunca al lado de la Presidenta defendiendo este Modelo solidario de inclusión e integración, Modelo que tanto hizo por nuestra Argentina profunda y que tanto hizo por nuestra querida Formosa y que sabemos que tanto más va a seguir haciendo.
Gracias Néstor por devolvernos la política.
Gracias Néstor por devolvernos el debate de las ideas.
Gracias Néstor por devolvernos la dignidad.
Gracias Néstor por la Unidad Latinoamericana, rumbo del que nunca debíamos haber salido
Gracias Néstor por los Derechos Humanos.
Gracias por nuestros Hermanos Recuperados.
Gracias Néstor por la Tolerancia.
Gracias Néstor por la Diversidad.
Gracias Néstor por los Pueblos Originarios.
Gracias Néstor por darle la jubilación a mi vieja.
Gracias Néstor por la Asignación Universal por Hijo.
Gracias Néstor por recordarme lo que nos enseñó nuestro abuelo, la entereza y la palabra empeñada.
¡GRACIAS, GRACIAS, 30.000 VECES GRACIAS!

Luis A. Sebriano (h) 

“Con el Sable de San Martín,
El poncho de Juan Manuel,
la doctrina de Juan Perón y
el coraje de Néstor K”

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