miércoles, 23 de marzo de 2011

Repito esta redacción de unos compañeros de Provincia de Buenos Aires, es de hace 5 años, pero no pierde vigencia

ARGENTINA: 35 AÑOS,  30.000 RAZONES PARA SEGUIR LUCHANDO

El 24 de Marzo de 1976 la Junta Militar dirigida por Videla, Massera y Agosti cumple el sueño de la oligarquia y de un Golpe llega al gobierno y comienza a socavar los cimientos del modelo instaurado por la Revolucion Nacional echa por el peronismo en 1945. 

Si bien ya venian haciendolo desde 1955 este nuevo golpe se propuso barrer no solo la Industria nacional y la posibilidad de ascenso social, sinó tambien y muy especialmente la resistencia de los trabajadores y sus organizaciones. 

A eso apuntó Martinez de Hoz el 2 de Abril de 1976 anunciando la "liberalizacion" de la economia y a apuntalar eso se dedicaron los grupos de tareas, secuestrando, torturando y asesinando dirigentes politicos, sociales, estudiantiles y todos aquellos que pudieran resultar un escollo a la implementacion de un pais para pocos.

Aquellos compañeros que habían derrotado a la dictadura de Lanusse y traido al General Perón de regreso a la Patria fueron perseguidos y echos desaparecer para que las generaciones futuras jamas sepan que hubo una vez un país en rebelión, que el pueblo harto de sufrir persecuciones y proscripciones pasó a la acción y salió a las calles, que la juventud tomó las armas y salió a luchar por el retorno de su Líder, que no fueron ellos quienes eligieron ese camino, que la oligarquía impuso las condiciones de la batalla, que la violencia de arriba engendró a la de abajo, que fueron tiempos en que el camino de la Liberación Nacional parecía estar a la vuelta de la esquina, y éste camino era abonado por miles de compañeros con solidaridad revolucionaria, en villas, en las ligas agrarias, en las universidades al servicio del pueblo y no de una casta, en el arte, en la música, en capillas donde Cristo el carpintero revolucionario de Galilea volvía a llenar de significado sus clavos y sus heridas.

Contaron, ellos (los "Ellos") la oligarquía asquerosa y mezquina ligada al capital extranjero, con aliados incondicionales: al capital extranjero, la derecha peronista y las bandas fascistas que comandaban la Triple A, la burocracia sindical, Balbín y la UCR, la cúpula de la Iglesia, "intelectuales" como Jorge Luis Borges y Ernesto Sábato, el apoyo "crítico" del Partido Comunista y obviamente con los sicarios que harían el trabajo sucio: la Fuerzas Armadas.


Así, el ejército, lejos de la tradición sanmartiniana y para vergüenza de ésta, se transformó en fuerza de ocupación de su propia patria, transnacionalizando la economía, combatiendo a los "subversivos" que osaran resistirse al saqueo del país y mandandolos a sus mazmorras a sufrir toda clase de vejámenes y tormentos que compitieron con los nazis por su ferocidad.

El objetivo: Imponer el modelo neoliberal a sangre y fuego, eliminando toda resistencia popular y, de paso, vaciar al peronismo de su contenido revolucionario y movimientista. A eso apuntaban al "seleccionar" dirigentes para ser asesinados y dejar vivos a aquellos que podían serles útiles a sus fines, transformando al Partido Justicialista en un partido liberal más, una careta electoralista, alejada del Movimiento y continuador de sus políticas económicas.

Los gobiernos que siguieron en esta democracia aparente nada aportaron, apenas más vergüenza y teorías estúpidas que tendían a demonizar a las víctimas y a terminar de desaparecer aún más a nuestros desaparecidos, y "puntos finales" e indultos infames.

Alfonsín, Menem, De la Rúa y Duhalde son cómplices de los dictadores porque continuaron su obra: desmantelaron el aparato productivo dejando sin trabajo a millones de argentinos, destruyeron la salud y la educación del pueblo, regalaron el Patrimonio del Estado, y el nuevo genocidio, el de los niños que mueren de hambre en nada difiere al de los asesinos del Proceso.

Pero como la noche no es eterna, cuando nos creyeron derrotados, volvimos.

Emergimos del fondo de los barrios un 20 de Diciembre y ya nada fue como era. Los 30.000 compañeros reviven en cada lucha, en cada nueva bandera que se levanta, saben muy bien que no los olvidamos y que no vamos a traicionarlos, que seguimos llevandolos en las mismas siglas que aunque los "Ellos" intentaron vaciarlas de significado con los cipayos y traidores pejotistas siguen vivas y continúan siendo una declaración de guerra del pueblo en rebelión, tres palabras apenas resumiendo lo mejor del Peronismo de la Resistencia y de la Tendencia Revolucionaria del Peronismo, seguimos siendo "La Gloriosa Jotapé".

Y juramos que esta, nuestra bandera de guerra, no ha de bajarse hasta que el último reducto de la Patria sea libre y hasta que el último de nuestros hermanos apropiados por los dictadores vuelva al seno de su familia. 

Es por eso que desde el PJ Digital Formosa, queremos recordar a los compañeros desaparecidos durante el genocidio del Proceso. 

Pero no hacer un mero recordatorio o una necrológica
, no, venimos a alzar la voz e imponernos sobre aquellos que repiten (algunos sin saberlo quizá) las palabras del genocida Videla: "el desaparecido no existe, ni muerto ni vivo, desaparecido".

Volvamos entonces al razonamiento criminal, al desaparecido no solo se lo tortura y asesina, sinó tambien tambien se lo desaparece, desaparece aquello por lo cual peleaba, su identidad como pedazo de cultura de un pueblo, su pertenencia politica.

Pasandolo en limpio,
venimos a reivindicar a los compañeros caidos por peronistas, a hacernos cargo de los nuestros.

Si bien los muertos son del Pueblo, los caidos pertenecen a las organizaciones revolucionarias del pueblo, y esto es una verdad, tambien lo es que al menos el % 90 pertenecia a los sectores ligados a la Juventud Peronista y la Tendencia Revolucionaria del Peronismo. 

No nos interesa hacer numeros o sacar porcentajes, de la misma manera que no somos esclavos de los numeros redondos, no vamos a recordar con mas fuerza o mas pesar el 35 aniversario que el 21 o el 12 o el 33. 

Sí, nos interesa reivindicar la lucha de los nuestros, de aquellos que fueron mucho tiempo olvidado por aquella estructura formal que teoricamente era la herramienta electoral del peronismo: el Partido Justicialista. 

Desde el regreso de la democracia, los burocratas que se adueñaron de las estructuras del partido Justicialista comenzaron a negar a los desaparecidos, sumergiendo en un olvido injusto a aquellos quienes habian sufrido tormentos y hasta entregado la propia vida en la defensa del peronismo. 

Esto facilito que grupos de la izquierda argentina, algunos de los cuales habian apoyado al golpe de Videla, se "adueñaran" de los desaparecidos e inventaran la mentira de que los desaparecidos eran desaparecidos "por ser de izquierda" o "por ser buenos tipos" y no "por ser peronistas". 

Por ejemplo cuando estos grupos recuerdan el episodio conocido cono "La Noche de los Lapices" jamás dicen que los chicos desaparecidos esa noche (como Claudia Falcone, por ejemplo) eran de la UES, rama estudiantil secundaria de la JP. 

Que quede claro, no venimos a disputar con nadie el etiquetamiento de los desaparecidos. Ni siquiera con la izquierda a quienes vemos siempre a contramano de la historia pero que no son el enemigo aunque a veces se dejen usar por ellos. 

Venimos en un acto de justicia a reivindicar a los compañeros desde el peronismo, no desde el vacío de una estructura partidaria sinó al abrigo del movimiento.

A devolverles lo que los burocratas, el alfonsinismo y su "Teoria de los Dos Demonios", el posibilismo menemiano y los intereses sectarios les intentaron arrebatar. 

A levantar las mismas banderas, las mismas siglas, a asumirnos parte de una historia cargada de gloria, heroes y mártires. 

A volver una vez más, como aluvión zoológico, sobre el gorilaje.

Este es nuestro mejor homenaje a los que nos precedieron en la lucha.

Aunque 30.000 veces nos maten,
30.000 veces volveremos.
Juicio y castigo a los asesinos.
Perón Vuelve.
 

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